Los valencianos que estén esperando a someterse a una operación no urgente tienen que hacerlo, en principio, durante menos días. Así se deduce del último corte trimestral de la lista de espera quirúrgica que ayer hizo pública la Conselleria de Sanidad y que se refiere a los datos del primer trimestre de 2017. De esta forma, la demora media se ha reducido de los 115 días en los que se cerró el año a los 104 de marzo de 2017.

La publicación de los primeros datos de 2017 permite además hacer el primer análisis interanual de esta lista de espera cuya forma de contabilizar pacientes y días de espera se modificó el año pasado para aflorar tanto personas no reflejadas como más días de espera en el global. Según esta comparación interanual, los días medios de espera bajan de 115 a 104 pero la lista incluye a 6.426 pacientes más. Según las cifras de marzo de 2016 había 61.099 pacientes esperando a ser intervenidos mientras que, ahora, un año más tarde son 67.525 según las cifras de Sanidad.

Fuentes de la conselleria explicaron que en este aumento de pacientes ha influido directamente la inclusión de los pacientes dependientes del consorcio del hospital provincial de Castelló, gestionado entre la diputación castellonense y la administración autonómica «con cerca de 1.500 personas».

Pese a ser más personas esperando una intervención, en principio se debe de esperar menos tiempo en patologías muy demandadas como las cataratas (que pasa de 91 a 86 días de espera media) o la operación de juanetes (de 151 a 125 días). Bajan también los días para ser intervenido de hernias inguinales, extirpación de la vesícula o varices (de 222 días en marzo de 2016 a 199 en marzo de 2017).

Con todo hay patologías en las que la lista de espera es más alta, es el caso de las prótesis de cadera (de 109 a 115 días), la de rodilla (de 124 a 135 días o las artroscopias de 108 a 116 días.

La Conselleria de Sanidad mantiene la política de derivación de pacientes a centros de gestión privada (el conocido como plan de choque) para ayudar a descongestionar esta lista aunque la intención es ir reduciendo esta colaboración pública-privada en la medida que se aumenta el «autoconcierto», que supone usar medios públicos en horarios infrautilizados sobre todo al ser más barato. En 2016 se redujo el plan de choque en un 14 % («lo que supuso un ahorro de 1.9 millones de euros») mientras aumentaron un 7 % las operaciones en autoconcierto «con una inversión de 156.000 euros», apuntaron fuentes de Sanidad.