La factura de la infrananciación de la Comunitat Valenciana y las inversiones muy por debajo de la media que recibe elevan ya a más de 1.600 millones de euros el dinero que este territorio deja de percibir del Estado cada año.

Mientras los presupuestos del Estado sitúan a la Comunitat Valenciana como la peor financiada de todas las autonomías, la distribución territorial de la inversión del Estado acaba por cerrar el círculo al situar también a los valencianos en el último puesto.

En otras palabras, tanto en el reparto del dinero como en la distribución de las inversiones, los valencianos consolidan su última posición. Así, según los datos de la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico, si a las transferencias previstas por parte del Estado se une la consignación para inversiones (119 euros per cápita y 66 por debajo de la media), las cuentas comportan una menor dotación para la Comunitat de más de 1.600 millones al año.

Dos datos de los ingresos del modelo de financiación ayudan a enmarcar el cuadro general. Cada valenciano recibe 265 euros menos que la media y 932 euros menos que, por ejemplo, un habitante de La Rioja. Así se desprende de los datos extraídos por los técnicos de la conselleria de los Presupuestos Generales del Estado para 2017, que revelan que las transferencias del Estado previstas dentro del modelo y sujetas a liquidación -es decir, sin incluir tributos cedidos como el de trasmisiones patrimoniales- otorgan a la Comunitat Valenciana 10.041 millones, lo que se traduce en 2.024 euros por habitante, la peor financiada y lejos de la media.

A peor pese a la mejora económica

Estas cifras, que no miden estrictamente la financiación sino las transferencias dentro del modelo y que llegarán a las comunidades durante este año 2017, comportan que la Comunitat Valenciana perderá unos 1.300 millones al no gozar de la misma aportación estatal que la media por habitante.

Pero, si a ellas se añaden las de la inversión estatal prevista, la brecha de falta de recursos para la Comunitat generada por los presupuestos del Estado se eleva a más de 1.600 millones de euros.

Ello es así porque las cuentas del Estado otorgan a los valencianos 589 millones para inversiones (un recorte del 33% respecto a 2016), lo que supone 119 euros por valenciano, a 66 euros de la media. De este modo, los valencianos perderán unos 320 millones al quedarse por debajo de la media per cápita de inversiones.

La secretaria autonómica de Hacienda, Clara Ferrando, admite que aunque crecen las transferencias en el total absoluto por la mejora de la economía valenciana, superior a la media estatal, los fondos asignados en los presupuestos ahondan todavía más en la infrafinanciación.

«El Gobierno condena a los valencianos a una peor dotación en inversiones y a menos recursos que ninguna otra autonomía para sufragar la sanidad, la educación y la protección social; no se puede gobernar con un criterio tan arbitraria», remarca Ferrando.

Por eso, añade la alto cargo, «no es momento de que a ningún partido le tiemble la voz y se pliegue a las primeras de cambio a las imposiciones de Madrid».