Finlandia, un país que con los mismos habitantes que la Comunitat Valenciana es un referente mundial en educación e innovación, es el espejo en el que se mira el Consell del Botànic. El primer día la visita del president de la Generalitat, Ximo Puig, y el conseller de Educación, Vicent Marzà, a Helsinki se ha centrado en el potente ecosistema de I+D+i que el país báltico ha desarrollado desde la iniciativa pública a través de Tekes, la agencia pública finlandesa para financiar la innovación que este año aspira a invertir 450 millones de euros del ministerio de Economía y Empleo en el impulso de empresas emergentes a través de subvenciones y créditos a bajo interés.

En este sentido Puig puso el acento «en la importancia de la locomotora pública en el impulso de la innovación» y en la necesidad de crear «sinergias entre la educación superior y la innovación para crear empleo». El primer intento de importar el ecosistema de innovación finlandés a la Comunitat Valenciana, según ha avanzado el presidente, se va a dar con la llegada a Alicante de la start-up o empresa emergente en innovación educativa Fun Academy, que abrirá en unos meses su primera sede en España en la Ciudad de la Luz. Así pues, será la primera empresa que se instale en el fallido complejo inaugurado por el anterior Consell del PP.

Fun Academy es una spin-off o compañía surgida de Rovio Games, el gigante de los videojuegos finlandés que ha creado el popular juego Angrybird. La empresa que desembarcará en la Comunitat está especializada en el estimulo del aprendizaje temprano en los niños menores de seis años a través del juego.

La cofundadora de Fun Academy, Sanna Lukander, explica que han elegido Alicante para abrir su oficina en España porque la compañía «necesita talento» para crear su plataforma en nuestro país tras expandirse por China Hong Kong, Singapur, Emiratos Árabes, Brasil y EE UU.

Esta empresa volcada en la educación infantil del siglo XXI desplazará inicialmente un equipo de tres personas de Finlandia a Alicante y contratará a una decena de desarrolladores de software, diseñadores gráficos, creativos y expertos de redes sociales.

Lukander explica que el objetivo de Fun Academy es crear en la Ciudad de la Luz un ecosistema de startups o empresas emergentes de software educativo en colaboración con las universidades de la Comunitat Valenciana para lo que ya han establecido contacto con la Universitat Politècnica de València (UPV) y en breve lo harán con la Universidad de Alicante.

En esta línea, Marzà, subraya que uno de los aspectos que más ayuda al éxito del modelo de innovación finés « es la cooperación de las universidades y las empresas en la creación de economía basada en el conocimiento». Por ello, tanto el conseller como el president, apuestan por «ir más allá del cortoplacismo y de la coyuntura y apostar por la transferencia de conocimiento de la educación superior» a la empresa en el cambio del modelo productivo.

Fun Academy, enfocada al aprendizaje bilingüe temprano, desarrolla su plataforma online que conecta a centros de todo el mundo y forma a maestros de centros públicos y privados en herramientas digitales para aprender jugando.

Lukander ha avanzado que ya hay varias escuelas infantiles de la Comunitat Valenciana interesadas en Fun Academy, entre ellas una de Cullera, pero que el objetivo es introducirse también en la escuela pública «para llegar al mayor número de gente posible».

Esta empresa, al igual que Rocio, han surgido de la apuesta de Finlandia a través de Tekes de impulsar la innovación desde el sector público. El retorno de los préstamos y subvenciones que concede esta agencia gubernamental, según Janne Peräjoki, responsable de start-up de Tekes, se produce a través del pago de impuestos y el empleo que generan estas firmas cuando se consolidad.

El 77 % de las empresas que impulsa Tekes son pymes y el 44 % de ellas se dedica al desarrollo de software. Antes de visitar la agencia finladesa para la innovación, la delegación valenciana mantuvo una reunión en el Helsinki Business Hub, una aceleradora de empresas del ayuntamiento de la capital finesa que el año pasado captó 62 millones de euros de inversión extranjera para impulsar nuevas empresas emergentes.