La Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública ha trasladado a los distintos departamentos de salud una comunicación para que se extremen las medidas de prevención frente a la mutilación genital femenina de cara a las vacaciones estivales. El periodo vacacional constituye un momento de elevado riesgo ya que es el momento en el que muchas menores viajan a países de origen de sus progenitores donde esta práctica está arraigada.

«Cualquier niña que viva en la Comunitat Valenciana, sea cual sea su origen, debe sentirse segura y, como profesionales sanitarios, debemos implicarnos en proteger su integridad física y psicológica. La detección precoz y la prevención de la mutilación genital, como una forma más de violencia de género, debe ser una de nuestras prioridades aunque afortunadamente no sea un problema muy prevalente», ha señalado la consellera de Sanidad Carmen Montón.

En la comunicación realizada a los pediatras se les indica que tienen a su disposición el documento denominado compromiso informado de prevención sanitaria ante la mutilación genital femenina. El objetivo de esta medida es que los padres lo firmen y asuman el compromiso de proteger a la menor.

Además, el documento prevé que, aprovechando la visita de las menores, en la consulta de pediatría se realice un examen de salud a la niña confirmando que no hay alteración en los genitales antes de que realice el viaje. En el Compromiso, las personas responsables de la niña no solo se comprometen a cuidar y evitar la mutilación, sino también a acudir a una nueva revisión a la vuelta del viaje.

El documento explica los riesgos sociosanitarios y psicológicos de esta práctica que atenta contra los derechos humanos y que en España tiene la consideración de delito de lesiones según el artículo 149.2 del Código Penal aunque haya sido realizada fuera del territorio nacional. El delito implica una pena de prisión de 6 a 12 años para padres, madres o tutores.

«Este compromiso preventivo no solo es un seguro para la niña, sino también para sus progenitores, que pueden justificar de esta forma ante sus familiares la negativa a realizar la práctica por miedo a las consecuencias que podrían sufrir a su regreso a España. De hecho, la niña deberá ser revisada de nuevo en el centro de salud cuando vuelva del viaje y, en caso de no acudir a la cita o de presentar cualquier tipo de mutilación, los hechos se pondrán en conocimiento de los servicios sociales municipales y el juzgado de guardia», destacó la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública.