El Gobierno descarta reactivar la plataforma Castor de Vinaròs tras recibir las conclusiones del informe encargado al Instituto Tecnológico de Massachusetts(MIT), que ratifica que la inyección de gas causó los 500 seísmos en la zona, según ha informado hoy el ministro de Energía, Álvaro Nadal.

La eventual reanudación de las operaciones en el almacén de gas de Castor supondría un "riesgo elevado" de nuevos movimientos sísmicos, que podrían ser incluso de mayor magnitud a los registrados en 2013, según el informe elaborado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Harvard (MIT) sobre las causas de los seísmos ocurridos en 2013 y la seguridad del almacén, que han presentado hoy el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, y los profesores Rubén Juanes (MIT) y John H. Shaw (Universidad de Harvard).

El informe concluye que la inyección de gas natural en 2013 en el almacén subterráneo de Castor desestabilizó la falla de Amposta y otras ramificaciones.

A la vista de este informe, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, ha decidido no reabrir el almacén, ya que no existe certeza absoluta de que no vuelvan a producirse movimientos sísmicos, ha explicado Nadal.

El ministro de Energía ha señalado que el almacenamiento de gas de Castor se desmantelará tras la elaboración de "muchos estudios" que permitan a su departamento tener "las garantías" de que esta decisión "no va a suponer ningún problema".

"Cuando se pueda hacer se hará", ha sido la respuesta de Nadal a la pregunta de los periodista.

Ha reiterado que este estudio relaciona la inyección de gas realizada en la zona con la aparición de terremotos y afirma que, según dicen los expertos, la situación es estable.

Afectada la falla de Amposta, no la de Castor

Aprovechando esta estabilidad, Industria encargará nuevos informes para determinar el futuro de Castor, según ha explicado Nadal. Y es que, igual que existe un riesgo para la zona con la inyección de gas, también lo existe a la hora de desmantelar el proyecto. "Es como si inflamos un globo que ha tocado unos cimientos, si luego se desinfla, que es lo que ocurriría con el desmantelamiento, también podría mover los cimientos, así que habría que hacerlo con prudencia y seguridad", ha explicado.

Otra de las novedades que aparecen en el informe del MIT es que la falla que se pensaba afectada, hasta ahora, la de Castor, no es la que ha ocasionado los problemas, sino otra que está muy cercana: la falla de Amposta. Por este motivo, el Ejecutivo también "deberá hacer estudios de todo tipo, técnicos y geológicos, para ver cómo se hace con el futuro con esta instalación" que, para Nadal, "está claro que no puede volver a funcionar".

Finalmente, Nadal apunta que desde el MIT se ha reconocido la buena labor de los técnicos del Ejecutivo, tanto antes como después de la puesta en marcha de la plataforma aunque señalan que estas instalaciones tan complejas requieren un estadio de desarrollo tecnológico superior al que es obligatorio actualmente. Por eso llaman a incluir un trabajo como el que ellos realizan a partir de ahora.

Según el ministerio, el informe señala que no habría podido esperarse que, en su momento con la información disponible y mediante estudios realizados con metodología estándar, se hubiese llegado a estas conclusiones antes de la inyección de gas.

Precedentes

El 16 de mayo de 2008 se otorgó a Escal UGS la concesión de explotación para el almacenamiento subterráneo de gas natural Castor. El proyecto consistía en la conversión del campo de petróleo abandonado Amposta en almacenamiento subterráneo de gas natural para hacer frente a las necesidades del sistema gasista previstas en ese momento.

En 2010 se comenzó la perforación de los pozos de inyección/extracción de gas. El 5 de septiembre de 2013, estando en fase de pruebas y durante la inyección de gas colchón, comenzaron a producirse una serie de sismos en el entorno de la plataforma Castor.

Se ordenó detener la inyección de gas el 17 de septiembre de 2013, pero los sismos continuaron produciéndose hasta el 4 de octubre. Estos hechos motivaron la suspensión de la operación de almacenamiento.

En julio de 2014, Escal UGS presentó la renuncia a la concesión de explotación y en octubre de ese mismo año, el Gobierno encargó a Enagás la hibernación de las instalaciones.

Actualmente, la instalación se encuentra en situación de seguridad para las personas y el medioambiente, sus pozos están sellados y no existe gas en la plataforma ni en los gasoductos de conexión.