El apeadero València-Font de Sant Lluís de la línea de cercanías, situada justo detrás del hospital La Fe, parece, exceptuando los momentos en los que un tren efectúa parada, un desierto del viejo oeste. Sin casi usuarios de la línea, esta estación se incorporó al recorrido que comunica Xirivella, Aldaia y Alaquàs con València durante el año pasado y precede a la última parada y la más transitada: València Estació del Nord.

La que sería una buena opción para desplazarse hasta el centro de salud no tiene la repercusión para la que está habilitada y este servicio de transporte público no se ha amortizado. A pesar de las obras que se llevaron a cabo en la estación y facilitaron el acceso a la clínica, apenas unas diez personas bajan del transporte para ir al hospital a lo largo de una hora. En cuanto a las que suben, no son muchas más.

El resto de usuarios utiliza esta parada para aparcar el coche junto a la estación de tren y así, al acabar sus jornadas laborales en algunos de los pueblos de l´Horta, volver a casa en coche.

De hecho, al lado de las vías existe un descampado repleto de coches estacionados. Pacientes de La Fe utilizan el espacio como parking alternativo, vecinos dejan el vehículo allí y trabajadores se desplazan a sus puestos en tren y utilizan el coche para moverse de casa a la estación y viceversa.