El Alfonso Rus de siempre, el campechano y socarrón, regresó ayer a las Corts para comparecer en la comisión de investigación sobre las adjudicaciones de las residencias de la Tercera Edad en la etapa de Juan Cotino.

La vuelta provisional del exjefe de la diputación a la que también fue su casa resultó sobre todo incómoda para el PPCV, un partido que en la provincia de Valencia vive una fuerte división interna: «No los puedo dejar solos», comentó con ironía en alusión a la pelea entre Vicente Betoret y Mari Carmen Contelles para presidir el partido.

Y es que el otrora barón provincial, caído en desgracia hace dos años cuando se desveló la famosa grabación del caso Taula donde supuestamente contaba billetes con su hombre de confianza, Marcos Benavent, rehuyó las preguntas más espinosas relativas a las supuestas irregularidades en la construcción de una residencia en Xàtiva, pero no se mordió la lengua para hablar de un partido en el que antaño fue un referente y hoy prácticamente un apestado.

Rus no quiso tomar partido por ninguno de los aspirantes, pero no dejó pasar la oportunidad para recordar a Betoret, quien fue su número dos durante doce años, su pasado rusista: «Si es diputado es porque me moví y si es presidente es porque estuve yo allí», destacó. Sobre la también aspirante Mari Carmen Contelles, lanzó otro dardo envenenado a Betoret: «fue él quien realmente la propuso para que fuera presidenta comarcal», indicó. Después, con los periodistas, recordó que con él el partido estuvo unio

Cuestiones partidarias al margen, la comparecencia de Rus en las Corts vino a ser un remake del último disco de Sabina Lo niego todo con toques de humor. Calificó de impoluto el expediente de la residencia de Xàtiva y mantuvo que estaba tan al margen de los detalles de las concesiones que averigüó que era Savia (la empresa de la familia de Cotino que se benefició de las adjudicaciones del Consell aunque no construyó la de Xàtiva) cuando lo llamaron para ir a las Corts. También negó haber pedido dinero a ninguna empresa ni para él ni para el partido «porque no hacía falta». Después quiso remarcar la limpieza en cuestiones de financiación del PP provincial, subrayó. También descargó en los técnicos la responsabilidad de los procesos administrativos: «Yo de eso no sé. Mis estudios son cuarto y revalida», indicó.

«Por prescripción facultativa de mi abogado», comentó, no podía hablar del caso Taula, aunque se preguntó cómo alguien puede dar credibilidad a las acusaciones del autobautizado yonki del dinero: «un prófugo de la justicia», de quien dijo, espera que algún día le mire «a los ojos y le diga a la cara sus mentiras y falacias».

Rus llegó a compararse con Cristina Cifuentes al apuntar que fue él el primero en denunciar a Benavent. El exdirigente, que se fue creciendo en la comisión, sacó punta a un comentario de la socialista Concha Andrés que le reprochó que se presentara como un ignorante cuando fue una de las personas mejor informadas: «Mire si estaba bien informado que me la va a pegar el yonki del dinero», soltó.