El hospital Quironsalud València presentó ayer su nueva unidad especializada en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de mama, así como un avanzado mamógrafo con tomosíntesis capaz de detectar hasta un 30% más de cánceres de mama que la mamografía convencional.

El grupo sanitario privado ha puesto en marcha la primera unidad multidisciplinar de tratamiento integral del cáncer de mama en el ámbito de la sanidad privada de la Comunitat Valenciana, «dotada con la más avanzada tecnología y que lo sitúa al máximo nivel equiparable a cualquier centro internacional», tal como explicó el director médico del hospital, José Luis Rey.

La compañía ha invertido cerca de 1,5 millones de euros en dotarse de la tecnología más puntera, «con resonancias, sondas de medición nuclear y el mamógrafo con tomosíntesis de última generación», que emite un 45 % menos de radiación que los tradicionales y permite «detectar un 30 % más de tumores que los mamógrafos convencionales», según manifestó la doctora Elena Cascón, radióloga de la Unidad de Mama. José Luis Rey presentó la unidad multidisciplinar que tiene como objetivo prevenir y combatir esta patología, que ya afecta a entre 23.000 y 26.000 mujeres nuevas cada año, cada vez más jóvenes y con edades inferiores a los 40 años.

Rey destacó que el primer objetivo de Quironsalud es «hacer una medicina de personas para personas», de ahí que reducir al máximo el período de diagnóstico para reducirle la ansiedad a la paciente que se acerca por primera vez al centro hospitalario con el temor a sufrir esta enfermedad «es nuestra máxima prioridad».

El trabajo conjunto de los doctores Rey y Cascón, más el del oncólogo Antonio Llombart, del cirujano Francisco Ripoll, del patólogo Javier Alcácer y de la oncóloga Teresa Olmos se sustancia en unos comités que se reúnen periódicamente para darle a cada paciente «un diagnóstico personalizado, un tratamiento más eficaz y unas cirugías cada vez menos agresivas y con menos secuelas físicas y psicológicas».

Gracias a estos especialistas, subrayó Rey, «una mujer que llegue al hospital con sospechas por un bulto tendrá, en 24 horas, la valoración de la especialista, la ecografía y la mamografía -que permiten una aproximación al diagnóstico-, y en 24 horas más puede hacerse una biopsia, cuyo resultado definitivo estaría en otras 24 horas», explicó. Por ende, se evita que la paciente vaya «de un sitio a otro» con las consiguientes molestias que se evitan a la usuaria.