¿Cuánto hormigón se necesitaría para levantar un puente de 9.105 kilómetros, que es la distancia que separa a València de Pekín? Esa infraestructura ya está hecha, pero no de hormigón. Es de una materia más liviana y duradera: la cultura. El Instituto Confucio de la Universitat de València celebra esta tarde en La Nau (18.30 horas) su décimo aniversario, con la presencia del embajador chino en España, el alcalde de València, el rector de la Universitat y el director del instituto. Levante-EMV aprovecha la conmemoración para anunciar que entrega el Premio Portada del Mes al Instituto Confucio de la Universitat de València. El galardón, correspondiente al mes de abril, es el sucesor de los Premios Importante tras 27 años de historia y reconoce a personas y entidades que han destacado por su aportación destacada en favor de la sociedad valenciana.

En abril, el Confucio de València ha cerrado un periodo de matrícula para los exámenes de mayo que reflejan el giro copernicano que la entidad ha hecho posible en la enseñanza de la lengua y la cultura chinas. Aquella muralla casi impenetrable que constituían hace una década los hanzi (los bellos caracteres de la escritura china), es hoy mucho menos enigmática gracias a la labor del Confucio en València.

La matriculación del Confucio para los exámenes de este curso refleja el nivel conseguido tras diez años de labor. En el nivel HSK, para adultos, se han matriculado 180 personas. En el nivel YCT, para niños y jóvenes, se han inscrito 385 aspirantes. Y el grado HSKK, que es el nivel de chino oral, cuenta este año con 36. En total, 601 alumnos para examinarse de chino en València este mes de mayo. El Instituto Confucio de la Universitat de València es el único centro examinador de las pruebas oficiales de chino en la Comunitat Valenciana.

De los más de 500 Instituto Confucio que hay en todo el mundo, España tiene siete: Madrid, València, Granada, Barcelona, León, Las Palmas y Toledo, y en junio abrirá el octavo en Zaragoza. Solo el de València, inaugurado en 2007, ha ingresado en el selecto club de los 15 Institutos Confucio Modelo. Únicamente seis en toda Europa lucen dicho reconocimiento.

La final de España, en València

También fue en abril cuando se inició el concurso mundial «Puente a China» que mañana concluye en el Palau de la Música (9 horas) con la final estatal. Con entrada libre, es un certamen en el que los aspirantes pronuncian un breve discurso en chino, se enfrentan a una ronda de preguntas relacionadas con su conocimiento de la lengua, sociedad, historia y cultura china, y finalmente realizan una demostración sobre alguna faceta de la cultura china. Los que ganen en la final de València viajarán a China a la fase mundial final del concurso.

Matrículas y Puente Chino; lengua y cultura. Ahí están los dos pilares del Instituto Confucio de la Universitat de València en sus diez años de trayectoria. Sus talleres, sus actividades culturales y artísticas, su revista bimestral (la única bilingüe en español y chino que la sitúan como faro del Confucio en Latinoamérica) y su Club de Lectura (con 30.000 miembros comentando textos sobre China) han construido un punto firme de conexión cultural entre la Comunitat Valenciana y China. Más firme que el hormigón.