Veintinueve folios con 36 compromisos y dos anexos desgranan el acuerdo que ha permitido al Gobierno de Rajoy arrancar el apoyo de los nacionalistas vascos a los Presupuestos del Gobierno español de este año y al lehendakari sacar pecho «por la lluvia de millones» que recibirá el País Vasco. Aparte de la cuantiosa rebaja del cupo y de los 3.380 millones para el AVE vasco, el pacto blinda infraestructuras claves «para la competitividad de Euskadi» y que en la Comunitat Valenciana no pasan de la categoría de utopía.

Es el caso de la Variante Sur Ferroviaria, una nueva línea exclusiva para el tráfico de mercancías del puerto de Bilbao que costará 381 millones y habrá de inaugurarse en 2022. También son claves para la economía vasca la plataforma multimodal de Jundiz en Vitoria-Gasteiz y la de Lezo-Pasaia, con un coste de 220 millones de euros.

La Variante Sur formará parte del Corredor Ferroviario Atlántico de la UE. El Noroeste español está excluido de este corredor del transporte ferroviario de mercancías, que políticos y empresarios de Galicia, Asturias, Cantabria y León consideran trascendental para el desarrollo económico de la zona.

El puerto de Bilbao ya formaba parte del corredor europeo, pero ahora además mejorará su posición y multiplicará sus opciones de aprovechar esta conexión, pues estrenará una nueva línea exclusiva para mercancías. En este momento, los trenes de mercancías circulan por las mismas vías que los trenes de pasajeros. Con el nuevo trazado, con un recorrido distinto al de pasajeros, «se mejorará la competitividad del puerto», se expone en el acuerdo de PP-PNV, y concretamente en el borrador del convenio de colaboración que firmarán el Ministerio de Fomento, Adif y el Ejecutivo vasco. El Gobierno del PNV justifica la obra porque prevé que se incremente la demanda del transporte de mercancías. El Gobierno vasco se hará cargo de la construcción de esta variante.