¿Dónde estaba usted en mayo de hace seis años?
En Murcia, estaba estudiando allí Filosofía. Participé activamente, tengo la típica foto de quedarme allí a dormir el primer día. Ahora eso es como un certificado de calidad, de originalidad.
¿Hace falta certificado de originalidad en el Podemos de hoy? Todas las corrientes aseguran que son las bases, que son el Podemos de los inicios.
Por eso nosotros hablamos fundamentalmente del método. El Podemos original daba más protagonismo a la gente, era más participativo, más colaborativo y cooperativo. En este sentido, somos los únicos que hemos sumado otra candidatura.
De su candidatura dicen que sois demasiado jóvenes.
También lo decían de Podemos al principio. Se podría decir que somos la única candidatura que integra a gente joven. Creo que con la entrada de Daniel Geffner hay una representación bastante plural de la sociedad. Es cierto que soy el más joven, pero tenemos otros perfiles y una visión intergeneracional.
¿Hay choque generacional?
Hay choque en formas de hacer y diferentes culturas democráticas por las trayectorias que tiene cada uno. Hay quienes interiorizamos que no venimos de partidos, que venimos de una forma de hacer más colaborativa.
Con los que conviven en las Corts.
Sí, y es importante integrar a los dos perfiles.
¿Les hubiera gustado aglutinar a más corrientes?
Se ha intentado llegar a acuerdos políticos con todo el mundo. Somos los únicos que hemos sumado con Marea Valenciana, porque compartíamos lo mismo: renovación de la dirección anterior y autonomía política.
¿Cómo ha vivido el proceso de las negociaciones?
Se ha intentado implantar aquí cierto debate que se daba en estatal y ha provocado que no se hablara tanto de política valenciana.
¿Con quién ha sido más difícil?
Hay diferencias con las dos por distintas razones. Con Més morat porque suponen un continuismo de la dirección anterior. Su diagnóstico del Botànic tampoco nos gusta. Pensamos que podemos ser más útiles. Y con Obrint Podem porque creemos que no son los indicados para desarrollar el proyecto, porque vienen amparados por gente que no conoce la organización. Si lees sus documentos son una reproducción de los estatales. No hay un diagnóstico del contexto valenciano.
Entonces, ¿son antipablistas y antimontielistas?
Mejor «renovadores». Tenemos a Sandra Mínguez, que ha sido pata del «pablismo». Lo que pensamos es tomarnos la autonomía política en serio. Y será más difícil hacerlo con gente que no tenga esos conocimientos. Sobre todo porque esas corriente estatales representan problemas que no se trasladan aquí.
¿Qué tal se llevan con el PSPV?
El PSPV, como el PSOE a nivel estatal, nunca va a liderar el cambio. En el caso de Puig, esa esquizofrenia por la que es más presidente del partido que de la Generalitat limita a la hora de negociar presupuestos, por ejemplo. Tienen una visión más vieja de España.
¿Y con Compromís?
Tenemos una alianza estratégica, porque formamos parte del espacio del cambio, pero pensamos que llevamos un proyecto social más desarrollado.
