El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, recalcó ayer que el Consell «respeta absolutamente cualquier manifestación y posición en el debate educativo» pero que «no puede consentir privilegios» ni que se trate de «cambiar la verdad». Puig se refirió así a la manifestación de pasado sábado para protestar por la supresión de conciertos en 1º de Bachillerato en la Comunitat.

En ese sentido, ha señalado que «no se puede cambiar la verdad» y «la verdad es que hay en el modelo educativo del Consell una absoluta lealtad al conjunto de la población, que no hay ningún tipo de discriminación y que efectivamente cuando se plantea la reducción de algunas aulas, muy pocas aulas, es fundamentalmente en la educación no obligatoria, el bachillerato no es obligatorio».

Además, ha recalcado que «lo que no es razonable es ser ineficiente». De este modo, ha apuntado que si se pide al Gobierno valenciano ser «eficiente» y «lo tenemos que ser» es «evidente que no puede haber algún tipo de privilegio». «No podemos consentir que haya privilegios», ha insistido.

Puig ha destacado que el Consell está «inyectando más recursos que nunca en la educación pública» y ha apuntado que la escuela concertada, que también es pública porque está sostenida con fondos públicos, tiene «un respeto absoluto por parte de la Generalitat».

No obstante, ha explicado que si hay menos alumnos es «evidente que hay menos aulas». Con todo, ha recalcado que se ha pasado «de la dejación absoluta y abandono» de la escuela pública por parte del anterior gobierno a una escuela pública «de calidad que está intentando tener todos los medios que necesita».

El tripartito y el fin del concierto

Por su parte, la presidenta del Partido Popular en la Comunitat Valenciana (PPCV), Isabel Bonig, afirmó que Puig, demuestra que «debajo de esa careta de hombre de Estado y que intenta integrar es una persona profundamente radical» al apoyar al conseller Vicent Marzà. Frente al apoyo de Puig a al modelo educativo de la conselleria, Bonig dice que«esta es una cuestión de sectarismo ideológico» y afirma que si sigue gobernando el tripartito «suprimirá los conciertos».