? El que todos los años haya paperas -más o menos dependiendo de las ondas epidémicas- pese a que desde 1983 todos los niños reciben sus vacunas no es algo que deba alarmar «ni mucho menos dar argumentos a los antivacunas», según los expertos. El motivo es que la vacuna que se inocula a los niños contra el virus de la parotiditis no tiene el objetivo de erradicar la enfermedad sino de controlarla. «No es una vacuna ideal pero está cumpliendo los objetivos que se trazaron en el momento de su introducción en el calendario vacunal y que es controlar la enfermedad», según explicó ayer Javier Díez, jefe del área de investigación de Vacunas y director científico de Fisabio. En este sentido, Díez insistió en que la vacuna está «cumpliendo» ya que desde su introducción «hay menos casos de paperas y menos graves. Hay paperas, sí, pero las complicaciones que antes preocupaba muchísimo ahora son rarísimas». En 1984 y antes de la introducción de la vacuna hubo 48.149 casos de paperas en la Comunitat Valenciana. En 2016 fueron 507.