«El Bachillerato concertado no es ningún privilegio, sino un logro social», afirmaba ayer Javier Sebastián, portavoz de la plataforma «Libertad de enseñanza 27.1» tras depositar en la Conselleria de Educación más de 40.000 firmas recogidas contra la no renovación para el próximo curso de los conciertos de 30 aulas del primer curso de esta etapa postobligatoria.

Sebastián es el portavoz de esta plataforma que reúne a 17 de los 24 colegios concertados que han visto recortado su concierto de Bachillerato con el nuevo decreto del Consell del Botànic que supedita la subvención de esta enseñanza no obligatoria a la planificación educativa. Esto limita la concertación a aquellos municipios escolares donde la oferta pública no cubre la demanda de escolarización.

Este curso hay 408 aulas de 1º y 2º de Bachillerato concertas en unos 300 colegios privados de la Comunitat que forman en esta etapa a 13.900 jóvenes. Con el nuevo decreto, la conselleria mantendrá para los próximos cuatro cursos el 85,3 % del Bachillerato concertado por el anterior Consell del PP. No obstante, la no renovación de la financiación de 30 aulas afectará a más de mil alumnos de 4º de ESO (la ratio máxima en Bachillerato es de 35 por aula) que no podrán optar a continuar en los colegios que han elegido sus familias.

La plataforma también ha presentado ante el Síndic de Greuges las quejas que ha recogido para pedirle «que intervenga ante la situación de angustia y desamparo que muchas familias tienen», subraya Sebastián. El portavoz que los padres que eligen el modelo concertado «escogen un proyecto educativo que va de los 3 a los 18 años, por lo que todo lo que no sea poder elegir libremente ese modelo nos parece un recorte de las libertades básicas». Espera que Educación acepte las alegaciones de los colegios, pues de no ser así los centros irán al contencioso «sí o sí», y anuncia más movilizaciones.