Había una bomba y Mónica Oltra quiso hacerla explotar ayer en la tribuna de las Corts. «Si no consientes, vas a chupar pollas toda la vida». Así empezó la vicepresidenta de la Generalitat su turno de réplica, ante el silencio absoluto del hemiciclo y una tensión inhabitual en la confrontación parlamentaria.

Oltra estaba leyendo uno de los mensajes que, presuntamente, un educador del centro de menores de Segorbe le había enviado a una adolescente interna en el centro gestionado por las Hermanas Terciarias Capuchinas; una chica de 17 años en situación legal de desamparo cuya guarda mantenía la Generalitat. Y que estaba siendo víctima de un posible delito de abusos sexuales.

Según la documentación oficial revelada ayer en las Corts, el educador le habría tocado el culo en repetidas ocasiones. Se refería a ella como su «novia». Le enviaba mensajes con amenazas. Le solicitaba quedar con ella fuera del centro y del horario laboral. La intentaba besar. Le prometía darle drogas si accedía a sus peticiones sexuales. O le pidió que se desnudara y se probara un jersey estando ambos a solas en el monte (a lo que ella no accedió).

Al tener noticia de todo ello de manera indirecta (a través de una profesora de una escuela de personas adultas que tenía como alumna a la menor), la conselleria que dirige Oltra inició una investigación interna en febrero de 2016 e informó a la Fiscalía, que el pasado 14 de septiembre remitió al Juzgado de Instrucción de Segorbe una denuncia contra dicho educador, ya despedido del centro. Se le atribuyen indicios de un «delito de abusos sexuales a menores». El caso está siendo investigado en el juzgado.

Mónica Oltra leyó con detalles la evolución del proceso, hasta ahora desconocido. Incluso pronunció el nombre propio del presunto abusador (que este periódico omite para preservar la intimidad de la víctima) y acusó al PP de preferir estar al lado del presunto abusador sexual que de las víctimas porque el denunciado fue concejal del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Segorbe (ya hace años que no forma parte del PP).

«Especial tendencia a los hombres»

Antes que eso, la vicepresidenta (que llegaba a las Corts en comparecencia voluntaria y cuestionada por su gestión ante los escándalos de los centros de menores) acusó a las religiosas que gestionan el centro de Segorbe de haber encubierto los presuntos abusos sexuales. Literalmente, se refirió a «una directora del centro que tapa un presunto abuso sexual».

Para sostener esa grave acusación, Oltra leyó dos declaraciones realizadas por la religiosa que dirige el centro de Segorbe los días 7 y 10 de marzo. La directora declaró, ante un responsable de la conselleria, que tuvo constancia de los hechos el 27 de enero. La madre del novio de la menor le mostró mensajes del educador a la joven: «¿Quedamos?», «¿Te llevo?».

Al día siguiente, la monja comunicó al educador que estaba despedido. Preguntada sobre los motivos por los que no informó inmediatamente a la conselleria (que se enteró un mes más tarde y de casualidad), la directora respondió que al no haberse producido hechos de mayor relevancia, lo consideró un asunto resuelto.

En su segunda declaración, del 10 de marzo, la religiosa alude a la «especial tendencia hacia los hombres» que presenta la menor y añade: «Quiero destacar que la menor no ha sido víctima de ningún tipo de abuso; de haberlo sido, se hubiera informado inmediatamente a esa dirección territorial, además de tomar las medidas pertinentes con el educador». También critica que la profesora de la EPA trasladara esa información a la Administración sin consultar al centro.

Todo ello pertenece a los años de gestión del Govern del Botànic. Pero se refiere al centro gestionado por religiosas que el PP había defendido y que fue vaciado de menores hace dos semanas por orden de la Generalitat por indicios de maltrato: duchas frías, comida caducada, etc.

Ese asunto lo investiga la Fiscalía de Castelló y fue tildado, por el PP, de «cortina de humo» para tapar otro caso polémico: el grave estado de deterioro del centro de recepción de menores de Monteolivete (València) pese a las advertencias del síndic y de la Fiscalía de Menores.

Sin embargo, el presunto caso de abusos sexuales desvelado ayer supone un salto cualitativo. Oltra quiso también precisar un apunte que salpicaría al PP: en 2010 se elevó una queja sobre el mismo educador acusado de abusos. Que amenazaba, gritaba o pegaba a menores. El denunciante retiró la denuncia. Y no hubo investigación. «¿Por qué no hicieron nada ante abusos y maltrato? ¿Por qué dejaron a su suerte a nuestros niños, a sus niños?», inquirió Oltra con semblante muy serio. Para entonces, la bomba ya había explotado.