Ayer tuvo lugar la primera reunión del consejo ciudadano autonómico de Podemos, una primera toma de contacto entre el nuevo secretario general y los consejeros, aunque no están todos. Antonio Estañ tendrá que diseñar durante las próximas semanas el mecanismo a través del cual se tienen que asignar las plazas que quedan: 10 representantes de los círculos territoriales supracomarcales, y 10 más que deben entrar por sorteo.

Mientras, otra decena de los nuevos consejeros tendrá que ir pensándose en qué órgano de participación ejecutiva se queda, ya que según los estatutos, no pueden compaginarse más de dos cargos en consejos o en las instituciones. Es decir, no pueden estar en el consejo autonómico y en el estatal, por ejemplo.

Este era el caso de Pilar Lima, quien ya ha dimitido del ente dirigido por Pablo Iglesias para dedicarse al 100 % a las políticas valencianas. En la misma situación se encuentra Ángela Ballester. Otros nueve miembros de consejos municipales de localidades de más de 10.000 habitantes tendrán que tomar también la decisión en los próximos seis meses, ocho con carácter excepcional, según señalaron fuentes consultadas. Es el caso de María Oliver, Illán López, Carla Monleón, Óscar Landa, Roberto Molina, Llum Quiñonero, Benito Pérez, Anabel Mateu, y César Jiménez, secretario general de Castelló.

Respecto a la decisión de convocar la comisión de seguimiento del pacto del Botànic, Estañ esperará a tener el consejo autonómico al completo para plantearla.