A perro flaco, todo son pulgas. Las sociedades musicales de la Comunitat Valenciana tienen desde desde hace años serias dificultades para levantar la persiana. Forman parte del tejido social y cultural de los barrios y los muncipios, pero están muy lejos de contar con una situación económica desahogada. De hecho, su alta dependencia a las ayudas públicas es su talón de Aquiles, habida cuenta de los problemas de liquidez de la Generalitat que está tardando en abonar las subvenciones más de un año. Y por si este escenario no fuera ya de por sí complicado, ahora cuentan con la amenaza de ´los hombres de negro´ del Ministerio de Trabajo que dirige Fátima Bañez.

La Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de València ha decidido poner la lupa en este colectivo y ha iniciado una campaña para comprobar el cumplimiento por parte de las sociedades musicales de la provincia de las obligaciones «legalmente previstas en materia de alta en el Sistema de Seguridad Social». Es decir, quiere comprobar que todo el personal de estas entidades -ya sea profesores u otro tipo de trabajadores, como administrativos- están debidamente dados de alta.

Según ha podido saber este diario, la circular ha llegado ya a prácticamente el 60% de las sociedades musicales. En la provincia de València hay registradas un total de 327. En principio, la campaña tiene carácter provincial y en la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana no hay constancia de que la campaña haya llegado a Alicante y Castelló. Las primeras cartas fueron recibidas en abril, pero han seguido llegando este mes, por lo que se espera que la inspección afecte a todas la entidades con sede en la provincia de València. En concreto, el ministerio les solicita que aporten la documentación que acredite los altas de trabajadores y trabajadoras en el Régimen de la Seguridad Social desde enero de este año hasta la fecha de recepción del escrito.

En la misiva se advierte a las entidades de que en el caso de contar con personal que preste servicios retribuidos por cuenta ajena y no hayan sido dados de alta, procedan a la regulación en el plazo de quince días hábiles. El Ministerio de Trabajo recuerda a las sociedades que han quedado incluidas «en un programa de inspección para verificar mediante visitas a los centros de trabajo, la realidad y certeza de las declaraciones efectuadas».

De momento, en la Federación no existe constancia de que se haya personado ningún inspector en alguna de las entidades afectadas.

La campaña de inspección ha caído como un jarro de agua fría en un colectivo que tiene que adelantar dinero todos los años para poder pagar el alta a los trabajadores.

«Parece una broma de mal gusto», comentaba ayer el presidente de la Federación, Pedro Rodríguez. «Estamos tardando más de 18 meses en cobrar las ayudas de la Generalitat y en este tiempo las mayoría de las entidades ha asumido el pago de la seguridad social de su bolsillo; en realidad somos contribuyentes netos», se quejó Rodríguez, para quien no existe motivo alguno para esta inspección.

Desde la Federación de Sociedades Musicales se recordó que la regularización de las platillas se llevó a cabo ya en los años 90, por lo que, salvo casos muy concretos, las plantillas están en regla.

Aún así, la Federación pidió al ministerio que retrasara la inspección a octubre de este año. Cabe apuntar que los profesores son contratados en octubre y dados de baja en junio, por lo que entendían que era más oportuno que la documentación requerida se entregara entonces. «No pretendíamos parar la inspección, sino que no dieran algo de tiempo», indicó Rodríguez. De hecho, se llegó a pedir a la Conselleria de Educación y Cultura que intercediera con el Gobierno central para este aplazamiento. No sirvió de nada.

Rodríguez admitió que existe mucho malestar y apuntó también que, aunque en términos generales el profesorado está dado de alta, hay sociedades musicales muy modestas donde a lo mejor se contratan músicos por unas horas a la semana. También hay casos de autónomos. En total, y según datos oficiales de la Generalitat, hay 2.708 profesores dado alta en las escuelas de música de la provincia de València. Con todo, la carta habla de todo el personal, por lo que afecta desde personal administrativo hasta el de la limpieza, por poner un ejemplo. La inspección a las sociedades musicales recuerda a la que afectó en marzo de 2013 a otro colectivo que, como las entidades musicales, cuentan con gran arraigo en la Comunitat Valenciana. En este caso, no fue Trabajo sino Hacienda la que envió a sus inspectores a las comisiones falleras para reclamar facturas y contratos. Aquella inspección generó un importante revuelo.