...    
Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Seis receptores en la sanidad pública en poco más de tres años

El Hospital La Fe fue el primer centro público de España en implantar un corazón mecánico de última generación

La Fe se convirtió el 5 de marzo de 2014 en el primer hospital público en apostar por un dispositivo de asistencia ventricular de última generación (VAD) para dar solución a un paciente que no era candidato al trasplante de corazón. Pese a que en aquel momento se estimó que podían ser receptores hasta 10 personas al año (con un coste por equipo de más de 80.000 euros), lo cierto es que en estos tres años solo Vicent Sorribes y otras cinco personas han pasado por la experiencia en la C. Valenciana.

«En España seguimos trasplantando mucho y esa es la explicación principal aunque cada vez el futuro está en estos dispositivos», explica Anastasio Montero, director del Área de Enfermedades Cardiovasculares de La Fe y cirujano que ha liderado estas intervenciones. El motivo no es que descienda el número de donantes sino que su perfil ha cambiado.

«Antes teníamos muchos jóvenes muertos en accidente de moto, por ejemplo. Cuando yo empecé hacíamos 70 trasplantes de corazón al año. Con el cambio de leyes eso ha variado. Ahora hemos ido a tres extracciones y no valía ningún corazón porque eran de personas mayores y estaban patológicos. El número de receptores ha aumentado porque vivimos más pero el de donantes se queda fijo y nos quedamos rayando los 30 trasplantes al año», razona Montero que asegura que estos dispositivos se irán implantando cada vez más.

«Antes había corazones mecánicos con válvulas a imitación del humano pero tenían muchos problemas. En éste se han eliminado las válvulas para minimizar estos problemas. El avance es enorme».

Apoyo 24 horas

En estos tres años desde la primera intervención, el equipo de Montero ha implantado seis dispositivos. Todos los pacientes han evolucionado satisfactoriamente e incluso a uno de ellos se le extirpó el aparato porque fue trasplantado con el corazón de un donante. En el éxito de esta técnica, el cirujano no olvida el papel que tiene la enfermera coordinadora que da apoyo a los pacientes y les asesora «por teléfono, on line y va también a sus casas. No puedes asumir este avance y después no hacer un seguimiento», asegura.

El futuro de los corazones mecánicos pasará, según Montero, por hacer dispositivos todavía más pequeños y con baterías internas «que se puedan cargar de forma transcutánea».

Compartir el artículo

stats