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El sentir de la militancia

El socialismo cierra sus heridas

Tres militantes de diferentes candidaturas analizan cómo han vivido el proceso de primarias y examinan a sus líderes: «toca unirse», piden

El socialismo cierra sus heridas

«La guerra ha terminado». Coinciden los tres, a pesar de sus diferencias de edad, de matices, de corrientes ideológicas y de candidato elegido. El PSOE busca un poco de paz después de meses convulsos. Así lo piden Paco Villena, Mercedes Elizalde y Concha Carsí, así lo pide la militancia.

Reunidos a pocos metros de la sede del PSPV en València, («ay, cómo duele vender esto», lamentan en referencia a la operación a la que Blanqueries se ha visto obligada a acceder para saldar una deuda millonaria), reconocen que el partido no ha vivido sus mejores momentos durante este último año. Eso sí que les duele. En concreto, la herida comenzó a sangrar a finales del mes de septiembre, cuando la mayoría de la Ejecutiva del PSOE dimitió -entre ellos, también Ximo Puig- y forzó la caída de Pedro Sánchez. El 1 de octubre el secretario general abandonó el cargo y a los pocos meses se convocaron las primarias, en las que se han enfrentado el propio Sánchez, Susana Díaz y Patxi López.

«Dimos una imagen lamentable. Incluso a los 'susanistas' les sentó mal el derrocamiento. Se cargaron al secretario general, ¿a santo de qué? ¿de qué van estos Felipe (González) y compañía? Ese movimiento fue más típico de la derecha», lamenta Villena.

Es el militante «sanchista» elegido para esta entrevista con Levante-EMV. Junto a él, Concha Carsí, de Patxi López, añade que en aquel momento «mucha gente dijo que dejaba el partido», aunque después muchos prefirieron esperar al resultado de las primarias para tomar tal decisión. No es fácil cortar ese cordón umbilical, sobre todo en casos como los de Carsí y Villena, con entre 30 y 40 años de militancia a sus espaldas.

Mercedes Elizalde, Meme, relata que vivió con «confusión» aquella operación de derribo televisada. «Veías las imágenes tele y no entendías qué estaba pasando ni porqué lo estaban retransmitiendo todo en directo. Fue un torbellino muy raro. Era ver algo tuyo pero desde fuera. Al día siguiente acudí a la agurpación de Joves Socialistes para hablarlo. Era todo muy desalentador», relata la joven estudiante de Derecho y Criminología.

Meme lleva poco más de un año afiliada al PSPV-PSOE, formación a la que entró a partir de su unión a Joves. «No me ha dado tiempo aún a desanimarme con el partido», expone. Ni ahora, y eso que hizo campaña por Susana Díaz, quien perdió la secretaría general frente a Sánchez hace hoy una semana.

Optó por la líder andaluza por su experiencia al frente de la Junta. « Las políticas que está llevando a cabo allí deberían ser referente en toda España», asegura. Concha eligió a Patxi por su talante. «Es una persona muy de partido, muy seria. Pensé que Pedro ya había tenido su oportunidad y Patxi no. Me di cuenta de que era una opción minoritaria, por eso me gustó. Después, viendo la campaña aún me gustó más. Era el que aportaba cordialidad, coherencia», señala la hermana del que fuera concejal del Ayuntamiento de València, Paco Carsí. «Por él entré al partido», recuerda emocionada tras el fallecimiento relativamente reciente.

Paco lo tenía claro. «¿Tú crees que abstenerse en la elección del presidente del gobierno y permitir un presidente del PP es de izquierdas?», se pregunta. «Había que desbloquear la situación y poner en marcha el parlamento», sostiene Meme. «Se podría haber hecho de otra manera», repone Concha. «No hacía falta que votaran todos los diputados en bloque, solos los justos. No era necesario sacrificar así al partido», añade Paco.

Si en el balance de la campaña y lo ocurrido desde octubre difieren (Meme cree que no ha habido «tanta guerra interna», mientras Paco lamenta «los insultos» e insiste en el 'no es no'), en lo que sí coinciden es en el PSOE que quieren. «Uno que vuelva a conectar con la gente. Que haga volver a los que se han ido. Que vuelva a hablar de las políticas socialistas y no de los problemas internos», apuntan. El primer paso es cambiar los estatutos. «Tiene que ser la militancia la que quite y ponga a secretarios generales» , señala Concha. El socialismo cierra sus heridas, pero algunas aún escuecen.

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