Hay ganas de seguir colaborando con la sanidad pública como se ha venido haciendo durante los últimos 40 años pero aún preocupa la letra pequeña del nuevo acuerdo entre el Instituto Valenciano de Oncología (IVO) y la Conselleria de Sanidad.

Este es el resumen de la posición en la que acualmente están los responsables de la entidad sin ánimo de lucro IVO ante la licitación sobre los servicios de oncología a la que la fudación tendrá que acudir (y ganar) para volver a tener un concierto de colaboración con la sanidad valenciana tras la adaptación de la conselleria a la normativa europea.

Tras meses de incertidumbre y de trabajo sin cobertura de convenio, hace unos días se desveló que el nuevo concierto saldrá a licitación por un presupuesto de 53,7 millones, cifra que, pese a lo transmitido por la administración valenciana «no cubre» el total del volumen de pacientes que hasta ahora venían siendo atendidos en el IVO.

Así lo aseguró ayer Antonio Llombart, presidente del patronato que gestiona la fundación IVO y que auguró que con 53,7 millones habría que «apretarse el cinturón» en su nueva relación con Sanidad, que la habrá. «Sí, la administracion quiere que el instituto siga y el instituto quiere seguir con la administración pero nos tendremos que apretar el cinturón porque ahora estamos por encima de los 60 millones de euros anuales» en facturación.

Los convenios de Sanidad con el IVO tenían una asignación de 42 millones (la última prórroga se hizo por 44,5 millones) pero la cifra se tenía que suplementar siempre ante el desfase real. «No eran presupuestos realistas pero ahora estábamos por encima de los 60 millones. Esa cifra nos obliga a apretarnos el cinturón».

Con este presupuesto cerrado, en la fundación sin ánimo de lucro preocupa que la sanidad valenciana derive solo a pacientes con tratamientos más caros y que no se pueda recibir una compensación extra si la atención se dispara en el IVO. «Nos preocupa que el desvío sea solo para los tratamientos más caros de cáncer. De nuestro presupuesto un 19 % ya es gasto en farmacia actualmente y si la derivación de los hospitales se centra en las nuevas terapias génicas pese a tener un prespuesto cerrado...», razonó ayer Llombart que adelantó que serán términos que habrá que negociar entre las partes.

Y es que con el nuevo convenio no serán los pacientes los que decidirán si quieren ser atendidos en el IVO sino que serán los profesionales médicos de la sanidad pública los que, por indicación médica, consideren necesario una derivación a la entidad, especializada en la atención oncológica.

La administración todavía no ha hecho público cómo será la nueva relación con el IVO aunque en los últimos años se están reforzando las áreas oncológicas de los principales hospitales y el nuevo Consell ha puesto en marcha una red que organiza a todos los pacientes en torno a los grandes hospitales, en los que hay equipos de oncología de entidad.

Pese a la apuesta decidida de la consellera Carmen Montón por reforzar los hospitales públicos, el IVO sigue atendiendo anualmente a miles de pacientes nuevos: en 2015 fueron 4.994 según la memoria anual de la entidad, más del doble del Hospital General, con 2.300 pacientes nuevos.