Más de dos mil mujeres de la Asociación Provincial de Amas de Casa y Consumidores «Tyrius» celebraron ayer el final de curso con una misa en la Catedral de València, presidida por el obispo auxiliar de València monseñor Arturo Ros. «Sois una bendición para todos, creyentes y no creyentes», destacó Ros, alabando la labor de este colectivo y animándoles a seguir con «vuestro proyecto de servicio a los demás porque merece la pena».

«Nuestra sociedad necesita personas comprometidas que hagan el bien», remarcó el obispo auxiliar de València en su homilía. La asociación entregó un sobre con un donativo para las familias necesitadas.