Lejos de caer en la irrelevancia, los cuatro diputados de Ciudadanos que el pasado 25 d'Abril desafiaron a su partido y acudieron al acto reivindicativo convocado por las Corts contra los presupuestos del Estado, una puesta en escena que la dirección del partido al que aún pertenecen consideró de tinte nacionalista, Alexis Marí, David de Miguel, Alberto García y Domingo Rojo están más cotizados que nunca.
La casualidad ha querido que el tripartito en las Corts (PSPV, Compromís y Podemos) sume 54 diputados (uno más con la no adscrita expulsada de Podemos) y que la mayoría reforzada de tres quintos, necesaria para abordar reformas de calado en la segunda parte de la legislatura, necesite 59, con lo que los cuatro críticos con la dirección de Cs se han convertido en objeto del deseo, tanto para el tripartito como para el PP.
Los populares los buscan para bloquear iniciativas de la mayoría gobernante y al menos dos cargos populares han sondeado a Marí en las últimas semanas para convencerle de que lo mejor es optar por el bloqueo. En el PP y en Ciudadanos empieza a coger fuerza la teoría de que el díscolo diputado de Ciudadanos, defenestrado por su partido de la portavocía en las Corts, ya busca la expulsión.
Hay quien cree incluso que podría dar el salto a las filas socialistas en algún momento. A nadie escapa la magnífica sintonía que tanto Marí como su pareja, Carolina Punset, mantienen con los grupos de izquierda, como se vio en su boda el pasado febrero, en la que hubo más invitados de Compromís y del PSPV que de Cs.
Por eso, el abierto desafío con mensajes provocadores en el que Marí se ha instalado esta semana contra su jefe de filas, Albert Rivera; el portavoz autonómico, Fernando Giner; el diputado nacional Toni Cantó e incluso compañeros de su grupo hace pensar que su objetivo es que lo expulsen, algo que la dirección nacional de Ciudadanos rechaza para no convertirlo en un mártir, como el jueves le trasladó el secretario general, José Manuel Villegas, a Fernando Giner, quien informó de los mensajes de Marí.
Además, los letrados de las Corts han aumentado aún más la tasación de esos cuatro votos. El resultado exacto de tres quintos de 99 diputados es 59,4 pero, la cifra necesaria no se ajusta al alza (60) sino a la baja (59), lo que deja en manos de Marí, Rojo, García y De Miguel que el tripartito apruebe cuestiones esenciales de la legislatura como la Ley Electoral, la reforma de la Sindicatura de Comptes, la de Greuges, el Consell Valencià de Cultura o incluso una eventual reforma del Estatut.
«Más cotizados que Messi»
«Estamos más cotizados que Messi», admitía esta semana un diputado de este sector. Tan determinantes como el delantero argentino del Barcelona, los cuatro diputados de Cs también van a jugar un papel crucial.
Representan, además, perfiles cercanos a pactar con los grupos de izquierda, en la línea mantenida en el último año por el propio Marí y anteriormente por Punset y en consonancia con una mayor cercanía a la socialdemocracia que Madrid rectificó al forzar el relevo del portavoz.
Para los críticos de Ciudadanos también sopla el viento de cara después de que la Audiencia Provincial haya absuelto al diputado Domingo Rojo de un delito de apropiación indebida. Hace unos meses, el sector que ahora dirige el grupo de Cs en las Corts exigía el pase a los no adscritos de Rojo, afín a Marí y Punset.
