?En mundo global destacar en los rankings universitarios internacionales es un plus de prestigio y atracción de alumnos. Tras ellos hay un negocio en el que las mismas entidades que generan las clasificaciones ofrecen a las universidades que desean escalar posiciones informes a la carta cuyos precios rondan los 18.000 euros. Estudios fuera del alcance de las universidades españolas, pues deberían convocar un concurso público para complarlos. El experto Enrique Orduña explica que «la cocina de los rankings es muy subjetiva, pues hay indicadores que no se sabe cómo se elaboran». «Muchos criterios con los que se construyen son poco transparentes, como la reputación académica del QS, que se hace mediante una encuesta», dice.