¿Su «racionalidad» universitaria es compatible con hacer gestión política en el Consell?
¡Por supuesto! Más que nunca. Pero la racionalidad en los juicios y en las decisiones debe acompañarse por el sentido común, la moderación y el diálogo. En política, el factor humano es esencial, en tiempo y oportunidad. Defiendo una racionalidad matizada, alejada de la frialdad del laboratorio o de la torre de marfil, pero que no abandone nunca esa línea roja que es el interés público, la coherencia y la sensatez y bien alimentada por los datos reales.
España ha tenido en el pasado algunos ministros de Obras Públicas brillantes, innovadores. ¿Se acabó la cantera?
«Dime de dónde eres y te diré qué vas a hacer», esta podía ser la máxima de los sucesivos ministros y ministras que han pasado por la sede de la Castellana. La realidad es esta. La falta de una negociación general sobre el modelo de infraestructuras de España nos ha llevado a esto.
¿No sé si ha hablado de todo esto en la intimidad con el ministro Íñigo de la Serna?
He intercambiado unas pocas palabras con él, pero algunas de sus decisiones dejan entrever una cierta luz. Todavía es pronto para emitir un juicio cerrado pero el haber designado un coordinador español del corredor mediterráneo es un paso estimable y cualitativamente histórico en la visión del eje mediterráneo y resulta esperanzador.
