P ¿Por qué estudió Física: para entender mejor el mundo o para comprenderse mejor a usted?
R ¡En realidad, porque me pareció divertido! Me fascinaba que se pudieran predecir fenómenos físicos o calcular, a través de ecuaciones, cómo iba a responder cualquier fenómeno de la naturaleza.
P La física cuántica está llena de paradojas. Señale una.
R Que la naturaleza no se comporta como esperamos que se comporte a niveles microscópicos. Las leyes de la macrofísica, de los objetos que vemos, son diferentes de las leyes que rigen los átomos y las partículas cuánticas. El más impactante es el principio de superposición, por el cual un átomo o partícula puede estar a la vez en distintos lugares, o en distintos grados de energía simultáneamente. En la física cuántica no existe el determinismo absoluto, sino la probabilidad.
P ¿Y qué paradoja de la sociedad actual le inquieta más?
R ¡Hay muchas paradojas! Por ejemplo, que la gente no se comporta de una manera racional. Confunden opiniones con teorías. Y dan por ciertas cosas que no lo son necesariamente o de las que no existen pruebas. Mire a los negacionistas del cambio climático.
P ¿A cambio de qué hallazgo devolvería su Premio Nobel?
R Cuesta responder, porque un descubrimiento es un hallazgo inesperado. Pero hay sueños científicos como alargar la vida humana hasta los 150 años en buenas condiciones. Para mí sería muy atractivo no solo por vivir más años, sino para ver cómo evoluciona el mundo, los avances científicos y tecnológicos, o cómo crecen mis nietos.
P ¿Qué será un superordenador cuántico ultrarrápido?
R En estos momentos es una ilusión que necesita mucha investigación para superar los numerosos obstáculos y los descubrimientos que requiere. Sería un nuevo tipo de ordenador que utilizaría la superposición de partículas cuánticas, con su capacidad de estar en diversos estadios simultáneamente, para realizar varios procesos matemáticos a la vez y, de esta manera, lograr resultados más complejos y rápidos de lo que ahora somos capaces.
P ¿Entiende a la gente que tiene miedo al avance científico?
R Los entiendo, pero creo que están en un error. Hay mucha gente asustada, pero ese miedo al progreso científico es irracional. Los avances nos han dado un bienestar social enorme: desde la medicina hasta la electricidad, el láser, el teléfono o los medios de transporte de alta velocidad. Otra cosa es que haya grupos que extienden teorías de la conspiración según las cuales los científicos manipulan la sociedad. Debe haber grupos sociales que controlen la ética para desarrollar las aplicaciones y usos de los descubrimientos científicos de una manera positiva, y no como las armas nucleares o los ataques químicos.
P ¿Se imagina la vida de las personas normales que desconocemos casi todo lo que nos rodea?
R Suena casi a broma, pero es cierto que existe un desconocimiento muy grande de la ciencia en la sociedad. Y, además, no resulta vergonzoso decir que se desconocen completamente áreas muy extensas de la ciencia. Eso no ocurre con la historia, el arte o el saber humanístico. Es muy importante que los políticos que han de gobernarnos tengan conocimientos científicos. De otro modo, no pueden tomar decisiones formadas. El resultado son decisiones que perjudican a la sociedad. Además, desconocer la ciencia te impide apreciar la enorme belleza que tiene el entendimiento de fórmulas o teorías como las de Einstein o Newton. Es tan gratificante como la contemplación de una obra de arte.
P El amor o la necesidad de Dios no se explican con ciencia.
R Ambos procesos arrancan del cerebro y probablemente la neurociencia algún día pueda explicarlos.
