Mientras aflojan las críticas entre las élites de Compromís hacia Pablo Iglesias, el sector más tradicional del Bloc mantuvo ayer la bandera de la reprobación contra el líder morado que los referentes de la coalición han declinado empuñar por tacticismo político.

Oficialmente, la ejecutiva del Bloc, reunida ayer, no trató la cuestión de la andanada que el fin de semana lanzó el líder de Podemos a la coalición. Pero en privado, varios cargos admiten que se ha impuesto el silencio para no molestar al líder nacional de Podemos.

«Pequeñas discrepancias», es lo máximo que concedió ayer en público el portavoz de Compromís, Joan Baldoví. La vicepresidenta, Mónica Oltra, también mostró su cara más amable cuando le preguntaron por las palabras del líder morado: «No he hablado con Iglesias, pero cuando lo haga será con total cordialidad y la misma complicidad de siempre», aseguró.

Iglesias dijo el fin de semana que la coalición le hace el trabajo sucio al PSPV y añadió que el Bloc era una formación conservadora. Pero a nadie en Compromís parece molestarle. El síndic en las Corts, Fran Ferri, del Bloc, también despejó la cuestión. Dijo que no le molestan las palabras de Iglesias y destacó la buena relación con los miembros de Podemos en la Comunitat Valenciana, los que sostienen el pacto del Botànic.

Pero la delegación valenciana de Podemos no tiene personalidad jurídica propia, depende de Madrid y está por ver el grado de autonomía que conseguirá su nuevo líder, Antonio Estañ.

En Compromís hay voces que creen que la reacción de Iglesias es por el malestar que le ha causado la derrota de su candidata en València, Pilar Lima, y creen que el líder morado hará todo lo posible para que Estañ no se consolide y recuerdan que el mismo trabajo sucio le hace Compromís al PSPV que Podemos con su apoyo en las Corts.

Pero en las bases de la coalición nacionalista, la indignación con Iglesias sigue a flor de piel. La corriente Bloc i País vio ayer ante el silencio de las elites la ocasión idónea para ponerse en el centro del debate. El portavoz, Miquel Bononat, calificó al líder de Podemos de «autoritario, prepotente y mesías de la Complutense».

«Debería ser más humilde»

«Cuando ni Podemos ni su líder existían, el Bloc y Compromís ya luchaban contra la corrupción y se enfrentaba al bipartidismo», dijo Bononat. «Ya quisiera él tener el historial del Bloc, debería ser un poco más humilde antes de faltar al respeto a otras formaciones políticas», remató. «Iglesias piensa que con él empezó todo», remachó y le acusó de no querer entender que Compromís es un partido independiente y de estricta obediencia valenciana que nunca se someterá a los deseos de ningún «mesías de la Complutense».

Bononat añade que las bases de Compromís y del Bloc ya se expresaron a favor de consolidar Compromís y contra la alianza con Podemos, que finalmente se aprobó precisamente «por la imposición de unas élites que desoyeron y desobedecieron el mandamiento de su militancia». Las declaraciones de Iglesias, dice, «vuelven a dar la razón a la voluntad muy mayoritaria de la gente de Compromís de consolidar un espacio propio».