La serie Isabel se convirtió en un catalizador de la ficción histórica española que sirvió además para que la maltrecha audiencia de Televisión Española viviera jornadas de recuperación. Un verdadero emblema para un ente público que continúa incurriendo en flagrantes casos de manipulación, según los sindicatos.
Con la intención de copiar ese modelo de éxito televisivo se creó la miniserie Jaume I, que está llamada a ser el buque insignia de la nueva i ansiada RTVV, rebautizada como à. (leída, a punt).
De hecho, fue de los proyectos aprobados por el Alto Consejo Consultivo que mayor financiación tiene consignada con un presupuesto de 1,8 millones de los 15 que se destinaron a una veintena de producciones. La iniciativa, dirigida por el valenciano Vicent Monsonís y producida por Valencia Imagina Televisió (VIT) en la que participa Mediapro, está en estos momentos paralizada en el consejo rector por desavenencias sobre el dinero público que debe recibir y con un desinterés absoluto de la directora general, Empar Marco, bastante reticente a asumir programación no elegida por su equipo.
Este desacuerdo en el consejo rector sobre Jaume I, y también sobre la miniserie Parany, de Rodolf Sirera, se ha evidenciado en los últimos meses y ha enfrentado a varios miembros. A favor estaban los que ya participaron en el Alto Consejo Consultivo que eligieron estas miniseries -como es el caso de Rafa Xambó y Vicente Vergara- y en contra otros consejeros, como el elegido por el PP Vicente Cutanda, que reclaman menos financiación que la pactada de 1,8 millones.
Ayer, el consejo rector aseguró que se está ultimando los contratos para encargar las obras con distintas productoras aunque no aclararon cuáles de las nueve miniseries seleccionadas serán finalmente las que reciban ya la financiación. En este sentido informaron de que con algunas de ellas se ha procedido a modificar los parámetros acordados inicialmente para adaptarse a las demandas de ambas partes.
En contra de estas producciones aprobadas hace ahora un año y que siguen sin poder echar a andar está también la actitud de Empar Marco, que en privado no oculta su desinterés. De hecho, ha evidenciado en varias ocasiones su distancia con unos contenidos que no han sido elegidos por su equipo sino con anterioridad.
Y esa era la intención de la Generalitat al convocar los 21 millones de euros para programas y ficción que seleccionó el Alto Consejo Consultivo, producir productos televisivos que pudieran servir al arranque de la nueva televisión.
De momento, los productores de estas y otras miniseries que deben ser parte de la programación de à. no tienen ninguna noticia del consejo rector para poder empezar a rodar. En el caso de Jaume I, se ha implicado a productoras de Aragón, Cataluña y Baleares, así como a instituciones públicas. Eso sí, la miniserie está basada en la conquista y nacimiento del Regne de València.
