La ex directora general de Política Lingüística en los tiempos de Alberto Fabra (2012-2015), Beatriz Gascó, no admite imposiciones de nadie sobre la lengua en la que tiene que expresarse.

Y menos de una diputada «de Cuenca». Ayer lo dejó claro en la tribuna de las Corts. Gascó arremetió contra la parlamentaria de Podemos Sandra Mínguez a la que recordó su origen (nació en Landete, Cuenca) y a la que acusó de pretender imponer el valenciano al resto de la ciudadanía.

«Nadie de Compromís, ni de Podemos, ni muchísimo menos alguien de Cuenca me a va a imponer a mí el valenciano», lanzó durante el debate sobre el modelo de trilingüismo del Consell. La diputada a la que se dirigía, portavoz de Educación de Podemos, usa habitualmente la lengua propia para expresarse en público pese a no ser valenciana de nacimiento, algo en lo que, por contra, la diputada del PP, natural de Castelló y responsable casi tres años de la política lingüística de la Generalitat, nunca se ha prodigado.

Mínguez replicó que estaba muy orgullosa de su lugar de nacimiento, tanto como de hablar valenciano en la tierra en la que reside y criticó lo que considera falta de respeto de los populares hacia el valenciano. Ello le valió una cerrada ovación de los diputados de Compromís, Podemos y PSPV.

Mínguez recitó varias estrofas de la canción Tío Canya de Al Tall que explica los problemas con los que históricamente se ha encontrado el valenciano y cómo las nuevas generaciones se reencuentran con la lengua que sus abuelos tuvieron prohibida.

Gascó añadió que con el modelo de trilingüismo busca importar el modelo catalán frente a la libertad y el derecho de las familias a que sus hijos estudien en la lengua que deseen y exigió que el nivel de inglés que se certifique en los colegios sea el mismo en todos los niveles, independientemente del porcentaje de castellano y valenciano que ofrezcan.

Dos bloques lingüísticos

Los populares llevaron a las Corts una proposición no de ley que reclamaba la protección de los derechos lingüísticos en la Comunitat Valenciana. A ella se sumó con similares argumentos el grupo de Ciudadanos. En cuestiones lingüísticas las Corts volvieron a dividirse en dos bloques, el del PP y Ciudadanos y el de PSPV, Podemos y Compromís.

El diputado de Compromís Josep Nadal acusó al PP de atacar al valenciano por tierra, mar y aire y a Cs de actuar como peones del PP. A ambos reclamó que dejen de enfrentar con el valenciano y de ensuciar la lengua y les reprochó que quieran el modelo monolingüista del franquismo.