La Universitat Politècnica de València (UPV) hace públicos los Premios a los Mejores Expedientes que, en esta ocasión, reconocen a 221 alumnos que reciben un diploma por sus excelentes calificaciones académicas, que consiguen o rozan la perfección.
Entre todos los casos, la institución académica pone como ejemplo los de Álvaro Ronda y Marta Sáiz, que empiezan la carrera con un 14 de nota de admisión. O el de Roberto Alegre termina el Grado en Ingeniería Aeroespacial con un 9,76 de media.
Así, Álvaro Ronda Ballester inició en septiembre de 2016 el Grado en Ingeniería en Tecnologías Industriales con una nota de admisión de 14,00. Eso significa un expediente impecable en bachillerato y un 10 en todas las asignaturas de las pruebas de acceso a la universidad. Un 10 en todo. Y por extraordinario que parezca, subraya la universidad, su caso no es único.
Marta Sáiz igualó su hazaña con un 14,00 en la nota de admisión a la universidad y decidió estudiar el Grado en Ingeniería Biomédica. Ellos son dos de los 23 premiados por la Universitat Politècnica de València tras haber obtenido los mejores resultados de admisión en el último proceso de Pruebas de Acceso a la Universidad.
Y hay más: desde 2007, la Universitat Politècnica de València viene reconociendo el esfuerzo de sus alumnos más brillantes. Para ello, convoca los Premios a los Alumnos y Titulados con mejor expediente. Y gracias a esta iniciativa, año tras año, salen a la luz unas historias extraordinarias, las de los alumnos de la UPV que más perseveran.
En total, son cerca de 40 premios por curso. Y los hay en todas las titulaciones. Por ejemplo, entre los que han finalizado el primer año en la universidad, destacan dos casos excepcionales: el de Juan Monzón, que ha logrado un 9,75 de media en el Grado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales, y el de Diego Peñarrubia, que ha terminado con un 9,72 el primer curso del Grado en Ingeniería Aeroespacial.
María García, alumna del Grado en Bellas Artes, ha obtenido un 10 redondo en su segundo año y Miguel Aubán (con un 9,78) se ha quedado muy cerca en el Grado en Ingeniería Informática. En tercero, la nota más alta (9,71) ha sido para Héctor Navarro, estudiante del Grado en Ingeniería Mecánica.
En cuarto, Juan Compadre ha concluido con un 9,94 el Grado en Ingeniería de Tecnologías y Servicios de Telecomunicación. Y, finalmente, Esther María Saliente (con un 9,69) y José Marín (con un 10) han sido los mejores en quinto y sexto curso, respectivamente (años que solo existen en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura).
Premio a la totalidad
Además de todas estas distinciones parciales, existe un galardón a la totalidad. Son los premios al Titulado de la UPV con Mejor Expediente, que reconoce el esfuerzo realizado, año tras año, durante toda la carrera. De los 40 premios otorgados en esta categoría, destaca el de Roberto Alegre, graduado en Ingeniería Aeroespacial, que ha terminado su titulación con un impresionante 9,76 de nota media.
En total son 221 los premiados de esta edición. Para consultar la lista de todos los seleccionados en cada uno de los cursos, se puede acceder a las resoluciones publicadas por el Servicio de Alumnado. El acto de entrega siempre es una celebración muy emotiva para los estudiantes y para las familias. La ceremonia está prevista para el mes de octubre.
Los premios a los mejores expedientes se convocaron por primera vez en el año 2007, y en aquel entonces tenían dotación económica. En 2012, se adoptó la decisión de destinar este presupuesto a aumentar las Ayudas por Causa Sobrevenida; un programa propio de la Universitat Politècnica de València, porque se detectó que había aumentado el número de estudiantes que pasaban por dificultades económicas que podían comprometer la continuidad de sus estudios.
En la actualidad, los premios consisten en un diploma acreditativo y la anotación en el expediente académico del estudiante. Y, en el caso de los tres titulados con mención, adicionalmente se exime del pago de la matrícula si realizan un máster universitario en la Universitat Politècnica de València tras la finalización de sus estudios y hasta los dos cursos siguientes al de la concesión del premio.
