Mañana se cumplen dos años de la firma del acuerdo del Botànic. Aquel 11 de junio de 2015 todo eran besos y abrazos a la sombra de las frondosas y diferentes especies que pueblan el histórico jardín del cap i casal. Mucho amor y cariño entre los flamantes vencedores de unas elecciones autonómicas que, por primera vez en 20 años, cambiaban el color político del gobierno valenciano y desterraban al PP a la bancada de la oposición. Daba comienzo así una relación «como un matrimonio» entre PSPV y Compromís, en palabras de ayer de la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra.

Apoyados por Podemos desde fuera de las responsabilidades ejecutivas, el binomio socialista-nacionalista valenciano ha ido celebrando cada seis meses seminarios o jornadas de convivencia, donde la pareja acude a una especie de terapia matrimonial y trata de solventar sus diferencias surgidas de sus respectivas características intrínsecas y de los roces del día a día. La convivencia, en el Consell o en cualquier hogar, no siempre es fácil. El próximo seminario será en julio en el Rincón de Ademúz, antes del congreso socialista.

Sin embargo, ayer tanto el presidente del Consell como la vicepresidenta cerraron filas en torno al «pacto social» que se firmó hace dos años. Puig aseguró que el gobierno «está cumpliendo» con lo acordado en el Botànic y aseguró que en los dos años que quedan de legislatura se desarrollará «con toda la máxima intensidad». El president destacó el escenario «de estabilidad, de honradez y de diálogo» que ha significado «un proceso de reparación de derechos, de reconstrucción social y económica».

En la misma línea se mostró Oltra. La también consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, que ha estado en el ojo del huracán las últimas semanas por la situación que se vive en distintos centros de menores valencianos, hizo referencia a un «matrimonio con todas las de la ley» y disipó las dudas sobre un posible divorcio, ahora que el horizonte electoral está dos años más cerca que cuando se rubricó el pacto. ¿Qué son dos años cuando de campañas o precampañas electorales se trata? En Compromís lo saben, de ahí el festejo del ecuador de la legislatura con un gran evento en el cauce del río hace un par de semanas, en solitario. Celebraban dos años del Botànic pero sin el socio del Botànic.

Socio fiscalizador

En el otro extremo de este triángulo amoroso se encuentra el aliado «fiscalizador». Con nuevo secretario general al frente, Podemos en la Comunitat Valenciana reconoció ayer los avances en el territorio tras casi dos años de Gobierno de PSPV y Compromís, aunque rechazó una lectura «triunfalista», en palabras de Antonio Estañ. El nuevo líder de la organización morada insistió en uno de los ejes de su campaña en las primarias podemistas: la auditoría ciudadana. Podemos quiere dar voz a la «cuarta pata» del pacto con una consulta impulsada desde las instituciones. Su papel de vigilante no preocupa, aseguran en el Consell.