Un tren Intercity con destino Madrid permaneció parado alrededor de de 15 minutos cerca de la estación de Cuenca después de que una pasajera asegurara "a gritos" que había un hombre armado en un cuchillo en un baño. El confuso incidente, del que apenas han trascendido más datos, provocó escenas de nerviosismo en el vagón donde viajaba la mujer, que unos segundos después se desdecía de lo dicho asegurando que se trataba de "una broma" por la que pidió disculpas.

Para entonces, el daño estaba hecho y muchos viajeros, asustados, pedían explicaciones al interventor y solicitaban bajarse del tren. El buen hacer del interventor, unido a la retractación pública de la mujer que había dado la falsa alarma, hizo que la situación pudiera reconducirse.

Un portavoz de Renfe confirmó el incidente: "Existe un protocolo que se aplicó en este caso y que provocó la parada del tren. Una vez aclarada la situación, la mujer fue identificada y se informó al Centro de Gestión en Madrid". La fuente dijo desconocer si se había presentado alguna denuncia contra esta mujer.

El tren, un Intercity de la Serie 121 que circula por la línea de Alta Velocidad Madrid-Valencia, salió de la estación Pintor Sorolla de Valencia en doble composición con dos coches procedentes de Vinarós y Gandia. A bordo viajaban 352 viajeros y dos interventores. Antes que se produjera el incidente, el convoy sufrió algunos problemas mecánicos que provocaron retrasos significativos próximos a una hora y que sumados a los provocados por el altercado hicieron que el Intercity entrara en Atocha con 79 minutos de retraso. Renfe devolvió íntegramente el importe de los billetes a todos los viajeros.