La Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana y la Dirección General de Tráfico (DGT) acordaron ayer convocar la Comisión de Tráfico y Seguridad Vial valenciana para explicar el Plan de Protección de Ciclistas que ya se está trabajando, al tiempo que decidieron, tras el aumento de accidentes entre turismos y bicicletas, seguir intensificando los controles en las zonas más sensibles donde confluyen turismos que vuelven de fiesta y rutas ciclistas. También en la reunión se explicará el plan específico de protección al ciclista en la Comunitat Valenciana que se está elaborando junto con la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, se reunió ayer en Madrid, «con carácter de urgencia», con el titular de la Dirección General de Tráfico (DGT), Gregorio Serrano, para analizar el aumento de accidentes con ciclistas implicados. Asimismo, Moragues se reunirá con los alcaldes de la comarca valenciana de la Safor, en la Junta Comarcal de Seguridad, para analizar medidas en la zona frente a este tipo de siniestros.
Puig: «Un cinturón de seguridad»
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, defendió ayer la necesidad de generar «un espacio de seguridad» y de «proteger» a los ciudadanos que utilizan la bicicleta en la Comunidad Valenciana, tras los últimos accidentes ocurridos en carreteras valencianas que han afectado a ciclistas.
Puig concretó en el Palau de la Generalitat que este viernes se celebrará la anunciada reunión con representantes de Tráfico, la Federación de Ciclismo, la dirección general de Deporte, ayuntamientos, diputaciones y entidades interesadas en esta materia con el fin de plantear una serie de medidas.
«Hay que buscar un cinturón de seguridad para los ciclistas», destacó el presidente, que considera que esas medidas tienen que estar relacionadas con la prevención, con aspectos pedagógicos y didácticos, además de con cuestiones penales.
A su juicio, hay que generar también confianza en el apoyo a la bicicleta, un medio de transporte que «tiene que ser seguro» y además es «saludable y una manera de evolucionar positivamente hacia la sostenibilidad». «Alguna cosa no estamos haciendo suficientemente bien todas las Administraciones competentes en esta cuestión», reflexionó.
