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Perfil

Rubén Moreno: Un político con pedigrí, pero sin pisar las sedes

El portavoz adjunto del PP en el Congreso tiene una amplia trayectoria, pero sin experiencia orgánica

Rubén Moreno: Un político con pedigrí, pero sin pisar las sedes

La ficha biográfica de Rubén Moreno en el Congreso de los Diputados y la que cuelga de web del PP tiene una veintena de referencias diferentes, un listado que da cuenta de la multitud de cargos y resposabilidades que este Doctor en Medicina y Cirugía acumula y que están a medio camino entre el mundo sanitario, ciéntifico y político. No es de extrañar que ayer desde la dirección regional se insistiera que este hombre, que entró en la gestión con Eduardo Zaplana de presidente de la Generalitat y que ahora es portavoz adjunto del grupo popular, era la persona que Bonig propuso a Fernando Martínez Maillo hace unos días para hacerse cargo de la gestora. «Es una persona sobradamente preparada», manifestó ayer Eva Ortiz. Razón seguramente no le falta a la número dos de Bonig, aunque le faltó precisar en qué ámbito. En el órganico, no parece que Moreno tenga mucha experiencia, sobre todo pra afrontar el polvorín en que se ha convertido la provincia.

Tal es así que su nombre ha sido una auténtica sorpresa en las filas populares. Había ayer quienes, con cierta retranca, se preguntaban si Moreno sería capaz de citar de carrerilla los nombres de tres portavoces del PP en ayuntamientos valencianos.

Y es que Rubén Moreno cuenta con el reconocimiento de la dirección nacional, pero la realidad es que ha pisado pocas las sedes. Es lo más alejado a un fontanero. Además, su relación con el partido está Catelló, de donde es originario y donde comenzó su carrera política de la mano de los Fabra (Carlos, primero; y después Alberto Fabra, con quien mantiene una buena relación). Fue, lo que puede calificarse como un paracaidista en la lista al Congreso por Valéncia, en 2011. Ocupó el puesto número cinco en la candidatura encabezaba Esteban González Pons.

Su salto a Madrid le permitió poner tierra de por medio tras su polémica salida del Centro de Investigación Príncipe Felipe, que dirigió durante casi cinco años. Fue denunciado por acoso laboral por un investigador, aunque la condena fue revocada. Moreno también llegó a esta imputado en el caso Fabra cuando trabajaba en el Ministerio de Sanidad como secretario general de Gestión y Cooperación Sanitaria en 2000. Ahora bien, no todos son sombras en la trayectoria de uno de los pocos valencianos que han logrado hacerse un hueco por sí mismo en el complicado mundo de la capital. Tras hacerse cargo de la portavocía de Sanidad en el grupo popular, Moreno regresó al ministerio de Sanidad como número dos de Alfonso Alonso en 2014. Su gestión en la crisis del ébola acrecentó su fama de buen hacer. De trato amable, aunque distante, está por ver si Moreno se bajará del coche oficil para arremangarse en la provincia o si será un gestor con mando a distancia que delegue la faena de pacificación en su equipo de cinco personas.

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