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El drama laboral

Joven para jubilarse y viejo para trabajar

Más de 65.800 personas mayores de 55 años buscan empleo en la C. Valenciana y la mitad no ha sido llamado a una entrevista de trabajo en el último año, según datos de la Fundación Adecco - El limbo comienza a los 45 años y arrastra miseria y depresiones

Marcel Sorio, justo antes de partir de València hacia Nantes.

Tiene 52 años y siente que no vale para nada. Cuenta con experiencia, con conocimientos, con ganas de aprender y no pone peros. A ningún trabajo. De lo que sea. Si no le agrada, ya le gustará. Si no sabe hacerlo, ya aprenderá. Si es por turnos, ya se acostumbrará. Sin embargo, para el mercado laboral no cuenta. Está muerto. No sirve. Eso es lo que le han hecho sentir tras envíos y envíos de currículos, tras visitas y visitas a empresas, tras llamadas y llamadas. Para el mercado laboral es demasiado mayor, aunque le queden 15 años, como pronto, para jubilarse. Estos son años, además, cruciales para recibir una u otra pensión. A los 61 años podrá recibir una pensión recortada dos veces: la primera por la penalización de la jubilación anticipada y la segunda por un calculo hecho sobre una parte de la vida laboral (los últimos 15 años). Siente que se encuentra ante un abismo. Se llama Marcel Sorio, es francés (aunque lleva 33 años en València), tiene dos hijos, de 23 y 21 años, una mujer que le apoya en todo y una idea fija en su mente: encontrar un empleo.

Marcel ha trabajado en un almacén de lámparas y en otro de material eléctrico, como reponedor en centros comerciales y como representante y jefe de grupo en una empresa de congelados. Cerró la firma y empezó la muerte en vida para un hombre trabajador que se reconoce desesperado.

Pero Marcel no es de los que se quedan sentados ante un problema. Lleva demasiados meses buscando trabajo, sin éxito. Así que se marcó un reto: llegar desde València hasta Nantes (su ciudad natal) en bicicleta. Un ruta solitaria que ha aprovechado, además, para ir dejando su currículum en mano allá donde ha ido parando. El mercado laboral le ha hecho sentir que su tiempo ha pasado. El opina lo contrario. Y quiere demostrarlo. Por ello pensó que si demuestra que es capaz de recorrer en solitario 1.350 kilómetros es capaz de demostrar que puede trabajar en cualquier cosa. «Si soy capaz de hacer esto soy capaz de de todo», aseguró antes de iniciar la aventura.

El caso de Marcel no es algo asilado. Como él, 65.800 personas mayores de 55 años buscan empleo en la Comunitat Valenciana, según el último informe realizado por la Fundación Adecco. Equivalen al 12% del total nacional, 560.100 personas, y no ven la luz al final del túnel.

El Servicio Público de Empleo Estatal ofrece una prestación especial de 426 euros al mes para los mayores de 55 años hasta la edad de jubilación, pero no todos cumplen los requisitos para acogerse a ella o, haciéndolo, la cuantía no es suficiente para sufragar sus gastos fijos (hipoteca, facturas, responsabilidades familiares, etc). Marcel lo sabe bien. La sensación de impotencia crece cuando hay dificultad para pagar las facturas y el mercado laboral te impide generar ingresos, aunque puedas y quieras hacerlo.

A eso se suma que Marcel no cuenta los requisitos. Tiene 52 años. Aún le quedan 3 más de agonía. Joven para cobrar la ayuda. Viejo para trabajar. Los datos marcan la línea en 55 años, pero es una realidad ficticia. El acceso al trabajo se complica a partir de los 45 años, se descarta cuando se soplan 50 velas y se torna misión imposible si se superan los 55 años.

La crisis se llevó por delante más de tres millones de empleos. Y no hizo distinción. Un mismo saco para jóvenes, mayores, hombres y mujeres, con estudios o sin ellos. Eso sí, en los Expedientes de Regulación de Empleo que pusieron en marcha numerosas empresas, tras la reforma laboral en 2012, la mayoría de afectados fueron los más mayores, los que acumulan una mayor antigüedad. Muchos no han vuelto a trabajar. De hecho, el número de desempleados en esta franja de edad se ha disparado un 322% desde el año 2007, al pasar de 137.500 a 580.130 personas en 2016.

Falta de oportunidades

La Fundación Adecco maneja una serie de datos tras realizar una encuesta a 1.500 desempleados mayores de 55 años, de los cuales 180 son de la Comunitat Valenciana. Las principales conclusiones son desoladoras: El 50% no ha sido llamado para una entrevista de trabajo en el último año, a pesar de que el 60% se ha presentado a varias ofertas semanales; El 84% achaca esta falta de oportunidades laborales a su edad. Además, a más edad, más paro de larga duración: el 74% de los desempleados mayores de 55 años es desempleado de larga duración, cifra que desciende hasta el 61% entre los que tienen entre 45 y 55 años y hasta el 54% entre los desempleados a nivel general. Un 40% sigue teniendo hijos dependientes a su cargo y un 35% continúa pagando hipoteca o alquiler.

La secretaria de Formación, Empleo e Igualdad de Género de UGT, Pilar Mora, afirma que el de mayores de 55 años «es el colectivo más castigado por la crisis» y alerta de la «gigantesca brecha entre hombres y mujeres porque si los primeros lo tiene difícil, para las mujeres de más de 55 años la dificultad aumenta».

Para Pilar Mora, la clave para cambiar la situación, más que incentivos a las empresas «que, a la larga, no funcionan porque el empresario contrata a quien considera más apto para el puesto» se deben centrar en «una campaña grande de sensibilización» y en «políticas activas de empleo digiridas a este colectivo».

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