Dieciséis jóvenes de segundo de Bachillerato con muchas ganas de aprender, 14 de los cuales sueñan con ser ingenieros, y una profesora coraje, Xelo Soler, que transmite pasión por su asignatura por los cuatro costados. Estos son los rebeldes de la Tecnología Industrial del Instituto de Educación Secundaria (IES) Benlliure de València. Su rebeldía ante el maltrato a esta materia en las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) de este año les ha llevado a ganar el Premio Nacional de Iniciación a la Investigación Tecnológica en la modalidad de Bachillerato, imponiéndose al IES Ramiro de Maeztu de Madrid, considerado el mejor de España, que ha quedado segundo.
Fue en enero cuando sus ilusiones encallaron al hacerse oficial, cuatro meses después de empezar el curso, que la Tecnología Industrial II pasaba a ser una asignatura florero al quedar excluida de las ponderaciones de la selectividad y no puntuar a la hora de elegir cualquier ingeniería como si lo hacen Dibujo Técnico o Física.
Motivar a los alumnos
¿Qué hacer entonces, con cinco meses de clase por delante, para no caer en el desánimo? «Les propuse a los alumnos disfrutar de la asignatura preparando un proyecto propio de investigación con el fin de presentarnos a un concurso», apunta Xelo Soler. El objetivo elegido fue II Premio Nacional de Iniciación a la Investigación Tecnológica que organiza la Unión de Asociaciones de Ingenieros Técnicos Industriales y Graduados en Ingeniería de la Rama Industrial de España (Uaitie), la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) y el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
Alejandro Martínez, uno de los alumnos que se han volcado en el proyecto, confirma que el presentarse al concurso nacional fue un acto de rebeldía por la Tecnología,«una reacción al no poder presentarnos a la PAU al eliminarse su ponderación».
Trabajando por equipos casi a contrarreloj, pues ya estaba agotándose el plazo, los estudiantes del instituto público de la calle Alboraia han concebido un revolucionario Sistema Eliminador de Partículas Suspendidas (SEPS) en el aire que para el jurado es el mejor proyecto de Bachillerato entre los 21 presentados de toda España.
Eliminador de partículas en el aire
Javier Tribaldos, otro de los jóvenes tecnólogos del Benlliure, detalla que el SEPS consiste en «usar los principios electrostáticos para crear un método que retenga las partículas suspendidas en el aire y que entre menos polvo y polen en una casa o en las aulas de los centros docentes». El SEPS crea un campo electromagnético que capta las partículas del aire a través de una doble malla metálica separada a corta distancia en un bastidor adaptable al marco de la ventana.
Javier relata que se han inspirado en los descontaminadores electrostáticos industriales que se usan en las chimeneas de las centrales térmicas. «A la malla más cercana al exterior se le aplica una carga eléctrica negativa que ioniza a las partículas, las carga negativamente, mientras la siguiente malla, cargada positivamente, las atrapa». Basta con desconectar el SEPS, que está protegido por una tercera red aislante, y aspirar las partículas retenidas en la malla.
Este sistema permite poder abrir la ventana y aprovechar las corrientes de aire sin temor a la entrada de partículas, polen e insectos. Además, con la ventilación natural se ahorra energía al gastar menos aire acondicionado. La malla precisa de una tensión continua de 20.000 voltios (V), pero los alumnos han trabajado con un prototipo a escala con 1.500 V. Para ello han amplificado la tensión de una pila de 18 V con sucesivas etapas de potencia.
