Dos históricos del socialismo valenciano, Joan Lerma y Ciprià Císcar, quedaron relegados este fin de semana de los órganos de dirección del PSOE, en los que han participado, aunque no de forma ininterrumpida, desde finales de 70. Ambos, a preguntas de Levante-EMV, quitan importancia a la decisión de Sánchez y ven positivo que el partido renueve sus caras. Pero lo que se ha interpretado como una jubilación política parece aún lejos de producirse.

Lerma (65 años) es vicepresidente del Senado y miembro del comité federal del PSPV-PSOE y Císcar (71) es diputado en el Congreso, también forma parte del comité federal del PSPV y participó en las negociaciones del Pacte del Botànic que sustenta la Generalitat. Además, ambos podrían volver al comité federal ya que faltan por aprobar nueve nombres que tienen que salir del congreso de país del 29 de julio.

Ambos aseguran que en ningún momento se han postulalado para formar parte de este órgano ni han movido hilos. «La renovación en el comité federal me parece muy bien, no hay ningún problema, yo tengo posibilidad de hablar en muchos lugares», dice Císcar.

Y para muestra un botón. Ayer, el diputado Císcar se plantó ante el secretario general de su partido, Pedro Sánchez, en una reunión celebrada en el Congreso. Císcar le espetó a Sánchez que la lealtad «debe basarse en el respeto».

El veterano diputado valenciano intervino ante Sánchez, que acudió al congreso a marcar de nuevo la política de su grupo parlamentario y replicó unas declaraciones del nuevo portavoz de la ejecutiva, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que dijo que Sánchez se iba a rodear de un «equipo de gigantes, no de pigmeos». El diputado pidió «respeto» en pleno proceso interno contra Puig y dijo que en su tierra más que pigmeos y gigantes, hay gigantes y cabezudos y que estos últimos son muy queridos por los niños. «Nunca he visto un ambiente tan frío», aseguró un diputado presente.