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Tribunales

Sanidad denuncia ante la Fiscalía las pruebas no autorizadas hechas a 18 bebés en Alzira

La gestora del hospital, Ribera Salud, reconoce que se sometió a lactantes a una prueba para la que no había consentimiento paterno mientras estaban sedados - Los niños eran derivados a Neurofisiología para confirmar si tenían problemas auditivos

La Conselleria de Sanidad ha presentado ante la Fiscalía de Menores una denuncia por la supuesta realización de pruebas médicas sin consentimiento paterno a varios bebés en el Hospital de Alzira, gestionado por la Unión Temporal de Empresas (UTE) Ribera Salud II. Hay 18 casos conocidos en los que se habrían hecho estas pruebas adicionales sobre bebés, todos de menos de un año. Estos exámenes adicionales que se hacían sin conocimiento expreso de los progenitores se habrían llevado a cabo en el servicio de Neurofisiología del Hospital de la Ribera.

Hasta allí eran derivados los bebés desde Pediatría cuando, en un primer examen, se detectaba la posibilidad de que tuvieran un déficit auditivo. La indicación era someter a los lactantes a una prueba que determinase si oían o no bien, y que se denomina «estudio de potenciales evocados».

En ella se colocan varios electrodos en la cabeza de los bebés y, mientras están sedados, se emiten diferentes sonidos (como chasquidos o tonos agudos) para detectar a través de las ondas cerebrales si estos estímulos son o no reconocidos. Esta prueba permite valorar sorderas o déficits auditivos especialmente en pacientes donde es difícil hacerlo, como en niños pequeños o en recién nacidos, como era el caso.

Nervio frénico

De hecho, el consentimiento informado que firmaban los padres autorizaba a los facultativos a sedar a los pequeños y realizarles esta prueba. Sin embargo, en la denuncia se especifica que hay 18 casos conocidos, a estos bebés se les habrían realizado otra prueba para las que no se había pedido autorización expresa y que conllevaba, según fuentes internas del hospital, un aumento en el tiempo de sedación de los bebés.

En concreto esta «prueba adicional», según ha podido saber Levante-EMV, incluía la estimulación mediante impulsos eléctricos del nervio frénico, el que controla el diafragma, músculo involucrado en la respiración. Esta estimulación permite medir la respuesta del diafragma y ver si el nervio funciona correctamente y transmite las señales para su correcta contracción.

Inspección de Sanidad

La denuncia ante la Fiscalía de Menores, que aún debe ser analizada para decidir si se abre o no una investigación al respecto, se ha presentado después de que la Dirección General de Recursos Humanos de la Conselleria de Sanidad recibiera a finales de febrero un escrito del sindicato Simap. Según confirmaron ayer fuentes de la conselleria, se dio traslado al día siguiente del escrito a la Dirección General de Alta Inspección y en marzo se encargó a dos inspectores de Buenas Prácticas Clínicas que se investigara el caso para constatar los hechos denunciados.

Los dos inspectores analizaron los registros de asistencias al servicio de Neurofisiología del Hospital de la Ribera, además de hablar con el personal relacionado con las pruebas. Según fuentes internas del hospital, parte del personal de la unidad ya había dado la voz de alarma al entender que se podría estar alargando la sedación de los bebés para realizar estas pruebas complementarias. Con esta investigación completa, Sanidad consultó a la Abogacía de la Generalitat y se determinó que se debía dar traslado a la Fiscalía de Menores, paso que se dio la semana pasada.

Este diario se puso ayer en contacto con el facultativo responsable de hacer estas pruebas. «Me remito al comunicado de la empresa», apuntó, declinando hacer declaraciones.

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