La Fiscalía de Menores ya está investigando la denuncia de la Conselleria de Sanidad sobre las 18 pruebas adicionales que se hicieron a otros tantos bebés en el servicio de Neurofisiología del Hospital de Alzira, gestionado por la UTE Ribera Salud II, sin el consentimiento previo de sus padres y mientras estaban sedados.

Según confirmaron ayer fuentes del ministerio fiscal, el escrito está registrado desde la semana pasada y ya se ha decidido la apertura de diligencias y el nombramiento de fiscal instructor.

La denuncia alerta que estos 18 bebés habrían sido sometidos a una estimulación eléctrica del nervio frénico (el que controla el diafragma, involucrado en la respiración) sin haber recibido autorización expresa de los padres para ello. Los progenitores sí firmaban un consentimiento para que los pequeños fueran sedados y se les hiciera una prueba de potenciales evocados para medir su capacidad auditiva. Según Sanidad, el objetivo de la segunda prueba para la que no había permiso era «registrar la respuesta, recoger la señal en una gráfica y archivarse el patrón de respuesta en una base de datos».

«La misma sedación»

«En ningún caso» se amplió el tiempo de sedación para realizar esta segunda prueba, aseguraron ayer desde la empresa, pese a que este era uno de los temores que movió a los responsables del sindicato Simap a poner en conocimiento de la administración el que se estuvieran haciendo estas pruebas adicionales en Neurofisiología. «No tenemos datos al respecto pero entendíamos que, fuera así o no, y por responsabilidad ética como médicos que somos debíamos poner en conocimiento de Sanidad lo que estaba sucediendo para que fueran ellos los que estudiaran su veracidad», explicaron ayer fuentes del sindicato médico.

La investigación que ahora comienza no empieza, sin embargo, de cero, ya que el expediente presentado por los inspectores de Buenas Prácticas Clínicas (dependientes de la Dirección General de Alta Inspección de la Conselleria de Sanidad) incluye ya las diligencias practicadas a principios de año por la administración pública y en las que se incluye tanto los registros de qué niños fueron sometidos a estas pruebas adicionales por uno de los neurofisiólogos del servicio como las declaraciones del personal relacionado con las pruebas.

Entrevista con las familias

Sanidad notificó lo sucedido por carta a estas 18 familias y, al menos una de ellas ha pedido entrevistarse con la directora general de Alta Inspección para obtener más información.