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Entrevista

Carmen Montón: "Mantuve mi apoyo a Sánchez incluso cuando era duro, pero mi momento está ahora aquí"

La consellera de Sanitat asegura que su silencio durante el proceso ha sido "para no desestabilizar al Consell"

Carmen Montón, ayer, en el Jardín del Turia de València. f. bustamante

No participó, a diferencia de Ximo Puig, en la operación de derribo de Pedro Sánchez de la secretaría general del PSOE y eso hizo que se cuestionara su continuidad en el Consell. En las recientes primarias no apoyó públicamente a ningún candidato y quedó fuera de una ejecutiva en la que muchos la situaban. Carmen Montón (Burjassot, 1976) rompe su silencio sobre sus actuaciones en el partido.

P. ¿Por qué no está en la ejecutiva de Pedro Sánchez?

R. Bueno... Mi momento está aquí, pero no significa que no apoye a Pedro Sánchez. Estoy supercontenta de que sea secretario general, pero no se puede estar en todos los sitios. El apoyo también se puede ofrecer desde fuera.

P. El relato que ha quedado del reciente congreso federal es que Sánchez la excluyó del grupo de notables. ¿Es cierto?

R. No es así. Siempre suenan muchos nombres en todos los procesos congresuales. Que el tuyo suene es un reconocimiento, pero no ha pasado de los comentarios.

P. ¿No ha habido un ofrecimiento de Sánchez?

R. Insisto, yo he estado de una manera muy intensa en el proyecto federal durante doce años, pero ahora es el momento de trabajar en la Comunitat Valenciana.

P. ¿Dijo al secretario general o a José Luis Ábalos que iba a apoyar a Ximo Puig en el proceso valenciano?

R. La vida no son trincheras, son proyectos. El federal terminó en el congreso y tenemos un secretario general del que me siento muy cercana y trabajaré intensamente para que sea presidente del Gobierno. Ahora se abre un proceso nuevo en el PSPV y con la misma intensidad quiero que Ximo continúe siendo presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV. En ningún momento me he escondido.

P. Uno de los comentarios sobre usted y su ausencia de la ejecutiva de Sánchez es que llevaba de perfil varios meses...

R. La toma de mis decisiones es por convicción, sin hacer un cálculo interesado. Creo que he demostrado que mantuve mi apoyo a Pedro Sánchez en todo momento, también cuando era duro y no era fácil. Después consideré que, en el contexto en el que estábamos y siendo miembro de un gobierno en mestizaje, cualquier gesto podía desestabilizarlo. Después de 20 años estamos llevando a la práctica lo que antes poníamos en los programas electorales y no era de recibo desestabilizar el gobierno por un proceso interno. Nunca me escondí; fui clara, di la cara y lo hice tal como entiendo la lealtad: poniendo encima de la mesa tu postura y sin ofender a nadie. Otros piensan que la lealtad es obedecer por encima de tu convicción. Eso para mí es sumisión.

P. Aclárelo: ¿en las primarias apoyó a Pedro Sánchez o estuvo con Patxi López?

R. Mantener por responsabilidad un silencio voluntario hace que muchos quieran hablar por ti y se manosea tu nombre. Sabía que corría ese riesgo. La realidad es que me siento identificada con el proyecto de Pedro Sánchez, igual que con el que tiene que iniciar ahora Ximo Puig.

P. Después de todo este proceso largo y tenso desde septiembre, ¿una de las conclusiones es que la operación de derribo del secretario general fue un error?

R. No es que lo crea, es que lo demostré con hechos más que con palabras. Aguanté lo necesario, porque creía que no era justa. Y con esos mismos parámetros me rijo en el día de hoy.

P. ¿Y ahora cree que la candidatura de Rafa García debilita al presidente de la Generalitat?

R. Creo que cuando el PSPV, después de 20 años, tiene un referente claro a través de la presidencia de la Generalitat sí puede desestabilizar un gobierno en coalición. No significa que todos los militantes no tengan derecho a presentarse a las primarias, pero Puig tiene el aval de haber puesto en marcha políticas de izquierda en un gobierno de cambio. Siento un especial orgullo porque muchas de las medidas aprobadas por la militancia en el 39 congreso son las que estamos aplicando en la C. Valenciana. Somos vanguardia en recuperación de derechos.

P. ¿Ve entonces la candidatura alternativa como una forma de venganza contra Puig?

R. Todos los compañeros tienen derecho a presentarse y los militantes han de decidir qué es lo mejor, pero Ximo representa además un modelo de partido que me gusta: federalista, autonomista, feminista y con los mejores valores del socialismo valenciano, que es que todos caben.

P. ¿Sería sostenible un presidente de la Generalitat al que la mayoría de su partido le da la espalda para liderar el partido?

R. Creo que no. No tenemos esa tradición en el PSPV. Es lógico pensar que la secretaría general te refuerza como líder social y político.

P. ¿Cree que el partido está abandonado?

R. Creo que es el momento de reiniciar y revitalizar. Más del 40 % de los municipios tiene alcalde socialista, esto ha hecho que se inviertan muchos esfuerzos en las instituciones y es el momento de refrescar equipos, replantear ideas y renovar oferta, porque a la vuelta de la esquina están las elecciones. Creo que sirve la comparación de este gobierno con Portugal, porque es de cambio, mestizo y pone en práctica medidas de vanguardia. Un gobierno genuinamente de izquierdas porque hay un PSPV genuinamente de izquierdas.

P. ¿A la ejecutiva hay que darle un vuelco, según lo que dice?

R. En estos parámetros de más participación de la militancia, hay que refrescar equipos. En todos los procesos congresuales hay recambios y en este, también.

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