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Sanidad

Los informes médicos obvian las pruebas realizadas a los niños de la Ribera

La conselleria sí encontró gráficas y una base de datos que se adjuntaron a la denuncia ante Fiscalía

Los informes médicos no reflejan las pruebas adicionales a las que fueron sometidos varios niños del departamento de salud de la Ribera sin consentimiento ni conocimiento de sus padres mientras estaban sedados para una prueba auditiva en el servicio de Neurofisiología del Hospital de Alzira, como publicó en exclusiva Levante-EMV.

Así lo han denunciado algunos de los padres afectados, de los 18 casos conocidos, que están poniendo en duda la versión dada por la empresa gestora del departamento de salud, la UTE Ribera Salud II, de que estas pruebas adicionales fueron hechas para mejorar el diagnóstico.

La realización de estos exámenes -estimulaciones de varios nervios motores como el frénico que controla el diafragma- se ha justificado por parte de la empresa en conseguir un mejor diagnóstico médico y «descartar patologías nerviosas que pudieran estar asociadas a la prueba auditiva de origen», según el comunicado oficial emitido la semana pasada.

Sin embargo, en los informes que se han facilitado a los padres sobre la visita a Neurofisiología de los pequeños no aparecen en ningún momento. «Si eran para saber más, ¿por qué no aparecen en los informes sobre la prueba hecha en su día o se nos dijo algo al salir? Porque no hay nada referente en los informes», han denunciado estas familias.

Los padres de Roberto, el pequeño que se sometió el año pasado a esta prueba cuando tenía dos años y cuatro meses, sí tienen por escrito los resultados de la prueba auditiva para la que llevaron al pequeño a Neurofisiología pero, solo, «porque los reclamamos», se queja su madre.

Así, en este informe -que emitió el pediatra unos meses después y por petición expresa de la familia- sí constan los resultados del estudio de potenciales evocados que se le hizo en abril de 2016 al niño pero nada más: ni están reflejadas las pruebas adicionales ni los resultados de éstas ni añadidos que expliquen que se han descartado «anomalías nerviosas asociadas a la prueba de origen» que era el objetivo según la gerencia del hospital.

«En el colegio me aconsejaron llevar los papeles sobre las pruebas del oído y las pedí a mi pediatra. Él entró en el historial de mi niño y tuvo que buscar los resultados de las pruebas de aquel día que fuimos a Neurofisiología del hospital y ahí no aparece nada. Si hubieran estado reflejadas en la historia clínica me lo hubieran dicho o hubiera aparecido imprimido pero no aparecen», asegura la madre de Roberto.

Gráfica y base de datos

Según confirmaron fuentes de la Conselleria de Sanidad, en la investigación llevada a cabo por dos inspectores de Buenas Prácticas Clínicas los resultados de estas pruebas realizadas sobre 18 niños sanos sí se registraban en una gráfica y se archivaba el patrón de respuesta en una base de datos.

Tanto estos datos como los registros asistenciales del servicio y los testimonios del personal forman parte de la denuncia presentada por la Conselleria de Sanidad ante Fiscalía de Menores ya que la falta de comunicación y de consentimiento previo de los padres «puede ser constitutivo de falta o delito penal».

Desde Ribera Salud declinaron explicar si estos resultados habían quedado reflejados en las historias clínicas de los niños o en algún informe público más allá de ese registro y gráfica que forma parte ya de la investigación ya que el tema estaba «en manos de la Fiscalía de Menores».

Los padres tampoco entienden qué tiene que ver la respuesta motora del diafragma o de otros nervios como el cubital o el mediano (en el túnel carpiano) con la prueba para descartar problemas de sordera para la que fueron remitidos los niños al servicio de Neurofisiología.

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