L'esquerra en marxa del precandidato a la secretaría general del PSPV Ximo Puig hizo parada ayer domingo en Vinalesa, pequeño municipio de l'Horta Nord. Puig se adentró en la comarca que como exsecretario de Organización comarcal controló el que posiblemente será su rival en primarias, el alcalde de Burjassot, Rafa García.

Lo hizo justo cuando se cumplían dos años exactos de la recuperación del Palau de la Generalitat para los socialistas tras 20 años de gobiernos del Partido Popular, con el anuncio y promesa de que impulsará tres auditorías para que el partido no se endeude en demasía, para rendir cuentas del cumplimiento del programa electoral y para velar por los derechos de la militancia.

Acompañado por la consellera de Sanidad, Carmen Montón, y el síndic portavoz en las Corts, Manuel Mata, dos altos cargos que se significaron por su apoyo al hoy renacido líder del PSOE, Pedro Sánchez, Puig anunció que impulsará la auditoría económica con el objetivo de «detallar en qué se gasta el presupuesto de los afiliados», pues el aspirante a la reelección al frente de Blanqueries defendió la necesidad de que ninguna dirección «incremente de forma desmesurada la deuda del partido».

Por ello, si gana las primarias, entre sus propuestas, reivindicará la necesidad de prohibir «aumentos desmedidos del endeudamiento del PSPV para evitar que una dirección política hipoteque el futuro del partido». Cabe recordar que la actual dirección ha puesto en venta la sede del partido para afrontar la losa de una deuda que llega a los 7,7 millones y que se disparó, según los corrillos socialistas, durante el liderazgo del exsecretario general Jorge Alarte. Cuando llegó la ejecutiva ahora en proceso de renovación, encabezada por Puig, era de 8,9 millones, siempre según las cifras aportadas por la misma.

Durante el almuerzo con los militantes en la sede socialista de Vinalesa, al que también asistieron varios alcaldes y alcaldesas empezando por el de Paterna Juan Antonio Sagredo, y la eurodiputada Inmaculada Rodríguez Piñero, el hoy secretario general también se comprometió a una auditoría política para rendir cuentas sobre «el cumplimiento de las propuestas realizadas y del programa electoral».

De ahí que calificara de «urgente, necesario y fundamental que en este nuevo tiempo los socialistas seamos conscientes de cuáles son los compromisos con la ciudadanía que ya hemos puesto en marcha o quedan pendientes».

El tercer compromiso auditor será el del cumplimiento de los estatutos y de la normativa del partido con tal de «velar por los derechos de la militancia y el correcto funcionamiento de nuestras estructuras».

Sin mencionar a su rival «sanchista», Puig destacó que lograr presidir el Consell y gobernar en el 80% de los municipios valencianos «responde a un éxito colectivo del PSPV, que ha trabajado desde la unidad y el respeto durante estos años». Por ello apeló a esa «unidad» dentro del partido para «consolidar y ampliar las políticas de izquierdas puestas en marcha por el Consell». Y citó, en presencia de Montón, la eliminación del copago y la sanidad universal.