El Consejo Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació aprobó ayer el documento que regulará el procedimiento para la presentación, selección, tramitación y contratación de los proyectos de producción asociada, o lo que es lo mismo, las «reglas del juego» a las que se deberán acoger las productoras si quieren ver u oir sus creaciones en los futuros medios de comunicación valencianos.

Estas normas aprobadas ayer contemplan, entre otros aspectos, el precio mínimo o máximo que se pagará por producto, atendiendo a sus características. En este sentido, uno de los puntos sobre los que se debatió ayer en la sesión del consejo fue la cantidad a pagar por los derechos de contenidos que no estén doblados al valenciano, según explicaron a Levante-EMV fuentes consultadas. Después de cuatro años con la televisión y la radio autonómica cerrada, hay en la actualidad un «cúmulo» de creaciones que, ante un panorama audiovisual en lengua propia casi muerto, no han sido dobladas. La industria del doblaje está prácticamente desparecida (por lo que en el presupuesto de este año se contemplan dos millones), de modo que hasta que se vuelva a poner en marcha, la traducción dependería de las empresas, que deberían asumir un coste que la nueva RTVV no puede pagar.

De modo que la elección finalmente ha sido mantener unos precios más ajustados para los contenidos externos y doblar con esos dos millones los que finalmente se escojan. Hasta hoy, los productos contratados provienen de la preselección que hizo el Alto Consejo Consultivo, un órgano que se puso en marcha cuando el consejo rector todavía no existía y era necesario «un plan de choque» para comenzar a revitalizar el panorama audiovisual.

Inspirados en Euskal TB o TV3

El reglamento, confeccionado por la dirección general que ostenta Empar Marco y que «en unos días se hará público», según fuentes de la corporación, está inspirado en otros similares de televisiones autonómicas estatales, como el de Euskal Telebista o el de TV3. Eso sí, con «adaptaciones teniendo en cuenta las circunstancias y el presupuesto», que para este ejercicio es de 18 millones de euros en cuanto a la compra de contenidos externos se trata.

En la reunión de ayer en la sede de Burjassot, los consejeros acordaron también el nombramiento de Carolina Marín González como responsable de la dirección de Administración de la Corporació. El nombramiento se produce después de un proceso público de selección para un puesto «necesario para coordinar los departamentos que formarán la estructura burocrática del grupo empresarial». Marín ocupaba desde marzo de 2005 la dirección financiera y de recursos humanos de la Ciutat de la Llum a Alacant.