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Infraestructuras

Una pica por el corredor en Flandes

La Generalitat espera que el dictamen del Comité de las Regiones que ha impulsado acelere la construcción de la infraestructura

Una pica por el corredor en Flandes

El Dictamen Europeo del Transporte presentado esta semana por el President de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ante el Comité de las Regiones en Bruselas «favorecerá» la mejora de las infraestructuras valencianas al incluir «puntos clave» que deberían condicionar las inversiones europeas en los grandes ejes de transporte de personas y mercancías, según indicaron fuentes del Gobierno valenciano.

El Dictamen Europeo del Transporte, que votaron prácticamente por unanimidad -hubo un voto en contra de Suecia y una abstención de Chequia- los miembros de la Comisión Territorial y de Presupuestos de la UE del Comité de las Regiones, sostiene que la Unión Europea «velará por incorporar los corredores a los planes de infraestructuras del Estado».

«Esto supone - entiende la Generalitat- que los planes del Ministerio de Fomento deberán asumir como una prioridad el Corredor Mediterráneo, tanto en planificación como en financiación, y que a su vez las subvenciones europeas deberán dar prioridad a los proyectos de los Estados miembros que estén en consonancia con la RTE-T, la red de corredores europeos».

No obstante, cabe recordar que a efectos oficiales y ante la Unión Europea, desde el año 2012 el corredor que atraviesa el centro de la Península desde Algeciras y pasa por Madrid tiene también la consideración oficial de Corredor Mediterráneo.

Sin embargo, existen «guiños» en el texto que introducen la prioridad «geográfica» por el Mediterráneo frente a la interpretación «política» que ha recibido la infraestructura desde Madrid y que ha justificado trasladar a ese eje gran parte de la inversión.

Así, se asume «la necesidad» de prestar una «atención a la dimensión exterior de Europa en el Mediterráneo», que en su condición de «zona de conexión estratégica con otros continentes», va a recibir una especial atención en sus conexiones intercontinentales.

Por eso, el documento coordinado por Josep Vicent Boira, designado como experto por el Comité de las Regiones, considera necesario «reflexionar» sobre la dimensión «exterior» de la RTE-T «en áreas de cooperación europea estratégicas como el Mediterráneo».

Además, el dictamen apela a establecer un «estándar técnico común» de los proyectos y una homogeneización de las condiciones de velocidad, prestaciones y fiabilidad de los corredores RTE-T que debería favorecer la implantación de dobles plataformas que hagan viable el paso de la Alta Velocidad, Regionales, Cercanías y Mercancías, interpreta la Generalitat.

Otro logro ha sido introducir en el dictamen la necesidad de «incorporar la Agenda Urbana y los nodos urbanos a las prioridades europeas».

«Esto permitirá incluir las necesidades de movilidad urbana sostenible a las áreas metropolitanas y lo más importante, posibilitar que proyectos urbanos, como el túnel de Serrería o el túnel pasante de València, reciban más subvenciones», añaden las fuentes. Se propone también una «atención especial a los puertos, el tráfico marítimo y las autopistas del mar» y avanzar en los proyectos de «primera y última milla», en los que encajarían los accesos ferroviarios y viarios a los puertos de Castelló, Sagunt o Alicante

La visión de las regiones

Sin embargo, Europa sigue teniendo un único interlocutor en los gobiernos de los estados miembros y aunque tiene capacidad para ver «desviaciones» sobre sus prioridades, los intereses de las regiones no siempre son atendidos. La mayor capacidad de decisión y participación de les Comunidades Autónomas es uno de los pilares del dictamen e implicará que las autonomías dejen de tener un papel secundario, permitiéndoles la presentación de proyectos, y una mayor capacidad de decisión en las medidas, tanto a nivel europeo como estatal.

«Se pretende reforzar la descentralización tanto de los procesos de selección de proyectos, como de su gestión, monitorización y control a través de una mayor implicación de las regiones», dotando a las CC. AA. de la posibilidad de vigilancia e intervención en las actuaciones, aseguran fuentes de la Generalitat.

Por otra parte, el punto de refuerzo de las conexiones naturales interregionales es fundamental para el desarrollo del eje Mediterráneo- Cantábrico, una conexión natural que comunica dos corredores europeos y conecta dos puertos estratégicos.

Tal como reclamó el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el dictamen recoge la necesidad de «mayores fondos para los corredores». Sin dicho aumento, la construcción y gestión de los corredores, así como los accesos a nodos urbanos, portuarios o logísticos, «no podrán ser llevados a cabo en cabo en tiempo y forma, lo que supondrá un coste para la economía europea mucho mayor que la construcción en sí de los mismos», explica Josep Vicent Boira.

Finalmente aunque con un carácter «nuclear» para el buen fin del proceso, el dictamen recuerda la «obligación de los Estados de finalizar los Corredores antes de 2030» en condiciones técnicas y de servicio adecuadas para los ciudadanos y las empresas europeas.

Con este mandato claro, Fomento debería comenzar ya actuaciones paralizadas como el túnel pasante de València, o el tramo para mercancías entre La Encina y Alicante. Son compromisos comunitarios de carácter «vinculante» para los que no debería existir excusa, concluye.

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