Las sociedades musicales no quieren alcanzar la protección de Bien de Interés Cultural (BIC) inmaterial para dejarla en una vitrina y unirse a un panteón de 26 bienes valencianos: del Misteri d´Elx a las Fallas pasando por la pilota.

Pretenden que el BIC tenga una función práctica que contribuya a preservar y fomentar la tradición de las bandas de música. Y entre las medidas que han solicitado a la Conselleria de Cultura, que tendrá la última palabra para decidir en qué medidas se sustancia la protección BIC, figura la rebaja fiscal en distintos frentes.

Por un lado, aspiran a que la declaración BIC comporte beneficios fiscales, garantice instrumentos financieros y blinde por ley líneas de subvenciones públicas para locales, instrumentos y partituras. Por otro lado, solicitan que el decreto autonómico que declarará BIC la «Tradición musical popular materializada por las sociedades musicales de la Comunitat Valenciana» sitúe a la federación que agrupa a las 547 bandas de música valencianas en el corazón de los principales órganos culturales y sociales.

La medida más destacada que intentarán conseguir las sociedades musicales es una rebaja muy importante en el impuesto de la contribución que pagan por sus locales. En concreto, solicitan que la declaración BIC obligue a los ayuntamientos a que tramiten un expediente para conceder una bonificación de entre el 50 y el 95 % en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) que grava las propiedades de las sociedades musicales.

Ordenanzas municipales

Es el límite de rebaja que pueden aplicar voluntariamente las ordenanzas fiscales municipales a favor de inmuebles en los que se desarrollen actividades económicas que sean declaradas de especial interés o utilidad municipal por concurrir circunstancias sociales, culturales, histórico- artísticas o de fomento del empleo.

Algunos ayuntamientos ya lo aplican para los locales de ensayo o de enseñanza musical propiedad de las sociedades musicales. Lo que intenta la federación es que sea de aplicación general y obligatoria a través del decreto del BIC, que podría aprobarse antes de final de año tras una travesía de nueve años de espera.

Hay que tener en cuenta que el IBI representa una carga relevante (varios miles de euros anuales) en locales de ensayo con gran superficie. Otro frente por el que van a trabajar las sociedades musicales es por fijar, a través del decreto BIC, un programa de convenios de financiación con las escuelas de para «sufragar parcialmente los gastos del profesorado debido al trabajo público que desempeñan».

Entre las medidas que propugnan las sociedades musicales figura el blindaje, por decreto, de las subvenciones que ya se reparten a edificios, instrumentos y partituras. Es decir: que no dependa del partido de turno que esté en el Gobierno de la Generalitat.

También persiguen el apoyo para certámenes, festivales y becas, la creación de mecanismos de colaboración y de financiación para que pueda llevarse a cabo la enseñanza en las escuelas de música, la promoción de las relaciones comarcales entre los distintos agentes que participan del BIC, así como la creación de líneas de fomento de la investigación, composición, circulación, divulgación y emprendimiento en temas de música.