La visita de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, a la franja de Gaza se coló ayer en la sesión de control al presidente, Ximo Puig, en les Corts. El PP criticó la ausencia de la vicepresidenta «viajera», recordó que ella era la primera en reprochar desplazamientos al extranjero cuando los protagonizaban cargos populares y le reprocharon que en el código de Buen Gobierno del Consell, las Corts tienen preferencia.

La portavoz adjunta del PP, María José Catalá, pidió que alguien le diga a Oltra que no es Angelina Jolie y que los problemas de los valencianos están aquí. «Si los derechos de los valencianos no se van de vacaciones, ¿por qué lo hace Oltra?», se preguntó.

El presidente Puig tuvo que salir en su defensa. Destacó que si ha ido a los territorios ocupados es por una invitación de la ONU y dijo preferir un Consell que se vuelca en la cooperación que uno que destaca por la corrupción.

Catalá defendía su moción sobre la situación de los centros de menores en ausencia de Oltra y que instaba al Consell al pago inmediato de las cantidades adeudadas a los centros de menores.

Desde Gaza, Oltra aseguró que la situación a la que se ve sometida la Franja por el bloqueo israelí y la práctica imposibilidad de entrar y salir la convierte «en la cárcel más grande del mundo». La vicepresidenta pudo desplazarse ayer a la Franja de Gaza tras conseguir a última hora de ayer el permiso para entrar.

En este sentido, ha querido agradecer al Gobierno de España, a través de su consulado en Jerusalén, y a la Unrwa (organismo de la ONU), el esfuerzo para conseguir el permiso del ejecutivo israelí para poder acceder a Gaza.

Oltra, que se comprometió a informar al Gobierno español de la situación, expresó su «impacto» al contemplar los checkpoints a lo largo de Cisjordania, el espacio por donde se abre el muro que ha instalado el gobierno israelí para que los habitantes del pueblo palestino puedan ir a trabajar o al médico y donde se produce una imagen de «personas encajonadas que pueden llegar a tardar tres horas en cruzar la frontera amurallada; en el caso de Gaza supone mantener casi en cautiverio a cerca de dos millones de habitantes y con unas condiciones prácticamente infrahumanas», remarca Oltra.

11 ciudades piden competencias

Por otra parte, València, Alicante, Castelló, Gandia, Alzira, Foios, Benifairó de la Valldigna, Pedreguer, Cheste, Torrente y Pedreguer, así como CEAR, Accem, Cruz Roja, Cepaim y Valencia Acoge, pidieron ayer al Gobierno central competencias sobre refugiados.