El conseller de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat de Cataluña, Josep Rull, ha provocado una crisis en la alianza por el Corredor Mediterráneo que mantenían hasta ahora empresarios y gobiernos a ambos lados del Ebro al criticar y presentar como un agravio contra Cataluña la solución de doble plataforma que el ministerio de Fomento ha adoptado para el tramo València-Castelló.
En su cuenta de tweeter, Rull critica que el tramo València-Castelló tenga «velocidad de crucero» con cuatro vías y se mantenga el Castelló-Tarragona con dos vías, lo que equipara a «un cuello de botella».
Insiste en que de Madrid a Castelló se podrá circular a 300 kilómetros por hora y de Castelló a Tarragona a 200. «Los catalanes pueden esperar», ironiza, para terminar una serie de cinco tuits introduciendo en sus críticas la visión independentista: «El 1 de octubre los catalanes y las catalanas decidiremos como se habrá de gestionar» el corredor mediterráneo.
La Generalitat Valenciana no reaccionó ayer a estas críticas, que inscriben dentro de la campaña del gobierno catalán por el referéndum, aunque fuentes consultadas por este diario aseguraron que Rull conoce la necesidad de acelerar la doble plataforma entre Valencia y Castelló debido a la saturación en las dos vias existentes, algo que no se produce en el tramo Castelló-Tarragona.
Más contundente se mostró el presidente de la Fundación ProAve, Federico Félix, que calificó de «barbaridad» y de «injerencia» en la Comunitat Valenciana las declaraciones de Rull. «Se trata de un disparate sin sentido», aseguró.
«No puedo pensarque he estado con él, defendiendo conjuntamente el corredor, y ahora nos salga con esa postura, que no comprendo», aseguró . «Me parece especialmente grave cuando estamos hablando de una infraestructura europea en la que tenemos intereses todas las comunidades atravesadas por el corredor. Es inadmisible que un señor que tiene la obligación de estar con sus vecinos lo mejor posible y ha estado empujando hasta ahora en la misma dirección nos ofenda con ese tipo de manifestaciones», concluyó.
