Ximo Puig manifestó ayer la intención del Consell de buscar nuevas medidas para contrarrestar el copago farmacéutico, después de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana anulara los decretos de la Conselleria de Sanidad de ayudas a pensionistas con rentas menores de 1.000 euros y personas con discapacidad.

Puig lanzó ayer «un mensaje de tranquilidad» porque aseguró que seguirá trabajando para que «de una manera u otra no se vuelvan a pagar esos medicamentos». Por ello, pidió que «ningún» ciudadano afectado por esta medida «deje su tratamiento médico». Según el presidente, «la pregunta es por qué el PP siempre está en contra de la mayoría social, de aquellos que tienen más problemas». «No entiendo por qué se puso el copago y lo que quiero es quitarlo a aquellas personas que menos tienen, a los que cobran menos de 18.000 euros al año. No entendemos muy bien la sentencia. Haremos todo lo que sea posible para que se acaben los copagos», adelantó el jefe del Ejecutivo.

Por su parte, el coordinador de Política Social del grupo parlamentario popular en las Corts, José Juan Zaplana, consideró que la consellera Montón debería dimitir por dignidad tras la sentencia del TSJ. «En Montón todo es mala gestión e improvisación que repercute directamente en perjuicio de las personas más desfavorecidas. No pueden echar la culpa de sus chapuzas al PP o al gobierno central por aprobar algo ilegal», afirmó ayer el diputado popular en las Corts.