La descentralización de organismos públicos para neutralizar el efecto de la capitalidad es un viejo debate que volvió a surgir cuando socialistas y Compromís vieron próxima su llegada al Palau de la Generalitat hace ahora dos años. Aquello de ´coser´ la Comunitat para, entre otras cuestiones, evitar que la imagen del poder sólo tuviera como marco la ciudad de València quedó plasmado en el programa electoral de los socialistas e incluso el presidente Ximo Puig llegó a barajar trasladar la sede de una conselleria a la provincia de Alicante. Al final tal revolución no se llevó a cabo y la capital sigue siendo el principal escenario donde el Consell bipartito despliega su actividad. Los datos son indiscutibles: en lo que va de legislatura la agenda pública de Ximo Puig y los consellers da fe de un total de 2.857 actos en la Comunitat Valenciana, de los cuales, 2.146, es decir el 75.1% se han celebrado en la provincia de València.
Los datos los ha recopilado de forma concienzuda el grupo popular de las Corts y sirvieron de base para las críticas que la síndica Isabel Bonig hizo a Puig en la sesión de control en las Corts del pasado jueves. La portavoz popular, sin embargo, no se centró tanto en la lógica concentración de actos en la provincia de València, sino en el hecho de que el Consell no haya pisado el 71% de los municipios en los dos años que lleva de legislatura. Según el seguimiento hecho por los populares, Puig y su Consell han visitado sólo 158 municipios de los 542 de la Comunitat Valenciana, algo que para el PP demuestra que el Consell vive instalado en una zona de confort y carece de una visión vertebradora. Bajando al detalle, en València se han visitado 78 municipios; en Alicante 45 y en Castelló, 35.
Eso sí, Bonig salvó a Puig ya que, de los 676 actos celebrados en algún municipio de Alicante, Castelló y València, más de 200 son mérito del jefe del Consell. «Le sobran consellers», le espetó Bonig al subrayar que el presidente había tenido más actos fuera de la provincia que seis consellers juntos. En concreto, Puig ha celebrado 114 actos en municipios de València, 67 en localidades alicantinas y 40 Castelló.
Así, según el seguimiento hecho por el PP, hay consellers que se han dejado ver muy poco fuera de las capitales de provincia. El recuento deja al titular de Hacienda, Vicent Soler, con sólo siete actos públicos en pueblos; a la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, con 26, mientras que rondan la treintena los consellers de Transparencia, Sanidad y Educación.
Después del presidente, el que más ha viajado por los pueblos con agenda pública es el titular de Economía, Rafael Climent, con 116 actos, de los que casi la mitad (63) tuvieron lugar en la provincia de Alicante.
Con todo, los reproches del PP a un Consell que pisa poco los municipios se ajustan a los datos en la provincia de València, donde la disparidad es mayor. El cap i casal fue escenario de 1.825 actos protagonizados por consellers o por el presidente Puig, pero sólo 321 tuvieron lugar en localidades de fuera de la metrópoli. En Castelló, hay menos desproporción: 147 visitas a la capital y 120 a sus municipios; mientras que sorprendentemente en Alicante hubo más actos convocados en pueblos que en la ciudad: 235 frente a 209. Para el PP los datos evidencian que el Consell "está de vacaciones" y que se siente cómodo en sus conselleries o en la calle Caballeros "sin salir de los despachos" y tomar el contacto con el día a día de los municipios.
Actos con contenido
Presidencia de la Generalitat, sin embargo, se rebela contra las afirmaciones de Bonig y pone en valor la agenda del presidente. "Puig ha visitado más de cien pueblos diferentes y prácticamente todas las comarcas y ello sin contar las reuniones con alcaldes en el Palau", indicaron fuentes de Presidencia, que calificaron de inaudito que se cuestione su dedicación. «Ha celebrado más de 1.500 actos públicos y no hay semana que no se salga fuera; o a Alicante o a Castelló", añadieron. "Solo un día en estos dos años no ha tenido agenda, porque hasta de vacaciones la tiene", subrayaron. Precisaron, además, que no se va a los pueblos a inaugurar colegios, como hacía el PP, sino a actos de trabajo.
Respecto a la concentración de actos en València se consideró lógico porque las conselleries y el Palau de la Generalitat tienen su sede en la capital. Lo mismo ocurre con la actividad parlamentaria.
