? Conxa Valls, matrona del centro de salud de Catarroja y responsable del taller de lactancia, fue la primera en atender a Mónica tras salir del SEPE. «Estaba hecha un manojo de nervios, llorando sin parar. La conozco de cuando vino al taller y es increíble que en una sociedad como esta siga habiendo gente sin entender que somos mamíferos y que dar de mamar forma parte de nuestra condición humana», señala. Valls, asegura que justo días antes abordaron el tema de la lactancia en lugares públicos en un taller. «Gracias a que madres como Mónica vienen a nuestros talleres y se informan estamos consiguiendo que al menos sepan como actuar, y que defiendan sus derechos», aunque, matiza, no suele ser lo habitual. «Mónica tienen un nivel cultural alto, le pasa a otra mujer con un nivel inferior, o con dificultades con el idioma como inmigrantes y se hubiera ido de allí llorando».