El director de la Central Nuclear de Cofrentes, Tomás Lozano, desvinculó ayer la construcción de un Almacén Temporal Individualizado de combustible (ATI) de las posibles prórrogas administrativas de funcionamiento que solicite la instalación nuclear en el futuro.
Durante su comparecencia en la Comisión de Medio Ambiente, Lozano recordó que la construcción del ATI venía obligada tras la confirmación por parte de Enresa, del retraso en la construcción del Almacén Temporal Centralizado de Villar de Cañas añadió que en ese nuevo escenario habría sido necesaria incluso si la central cerrara en el 2021, cuando concluya el actual permiso de explotación.
Lozano confirmó que llegado el momento -marzo de 2020-la central nuclear, que en ese momento llevará 35 años conectada a la red, solicitará una nueva prórroga.
El técnico diferenció entre conceptos como «vida útil» o «vida operativa» y resaltó que 115 centrales nucleares en el mundo-80 en EEUU y 30 en Europa han superado ya el umbral de 40 años de funcionamiento y que en países como Estados Unidos se licencian centrales a 60 años.
Lozano, que explicó las medidas de seguridad en el diseño del ATI, en especial las relativas a sismos e inundaciones, anunció también que en la recarga prevista para este año se acometerá la instalación de un sistema de venteo de la contención (para evacuar el hidrógeno) con lo que habrá terminado el proceso de mejora y adaptación surgido con carácter internacional tras el accidente de Fukushima.
Los grupos políticos PSPV, Compromís y Unidos Podem, recordaron la existencia de un mandato de les Corts, con los únicos votos en contra del PP, exigiendo el cierre de Cofrentes en 2021, cuando finalice la actual licencia.
El diputado portavoz de Compromís en la Comisión, Juan Ponce, acusó al compareciente de hacer una intervención basada en «propaganda» y se mostró preocupado porque Iberdrola «dé por hecho» que se va a producir una renovación de la licencia que atribuyó a la complicidad de las grandes eléctricas con el Consejo de Seguridad Nuclear.
